5 de septiembre de 2025 | Nacionales
El Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA) profundiza su colapso. Desde septiembre, los principales prestadores de diagnóstico por imágenes, cardiología, pediatría y otras especialidades en el Área Metropolitana de Buenos Aires fueron dados de baja de la cartilla oficial, dejando a miles de afiliados —militares activos, retirados, voluntarios y sus familias— sin opciones de atención médica más allá de los hospitales militares, hoy colapsados, sin insumos básicos ni profesionales por los bajos salarios.
El listado oficial de bajas impulsado por la presidente del organismo, Betina Surballe, incluye a prestadores clave como Diagnóstico Médico SA, Deragopyan SA y la Clínica de los Virreyes, además de una larga nómina de especialistas en cardiología, ginecología, odontología, pediatría y kinesiología. Estas instituciones eran referentes en la región y absorbían gran parte de la demanda de estudios críticos.
La decisión agrava una situación ya límite. Un informe interno del IOSFA, revelado semanas atrás por este medio, reconocía un déficit mensual de 29.000 millones de pesos y una deuda acumulada de 238.678 millones, ocultada por razones políticas. En ese mismo documento, los técnicos advertían que los recortes no alcanzarían para sostener la cobertura de más de 700 mil afiliados.
Lejos de resolver la emergencia, el ministerio de Defensa que conduce Luis Petri dispuso ajustes que impactan directamente en la salud de la “familia militar”. Paradójicamente, el gobierno de Javier Milei, que se jacta de defender a las Fuerzas Armadas, hoy las deja a la intemperie: tratamientos interrumpidos, estudios cancelados y enfermos crónicos sin acceso a medicación vital.
“Los afiliados quedamos a merced de hospitales desbordados. No hay médicos, no hay insumos. Es una estafa a quienes aportamos el doble que cualquier trabajador común”, expresó un beneficiario en diálogo con este medio.
El abandono es total: desde trasplantados que vieron interrumpidos sus tratamientos hasta recién nacidos que no reciben la leche materno-infantil prevista por la cobertura. El derecho humano a la salud, consagrado en la constitución y en tratados internacionales, hoy es vulnerado sistemáticamente por la motosierra que prometía defenderlo.
Mientras Milei y Petri intentan mostrar una épica de reconstrucción militar, la realidad es que el IOSFA —pilar sanitario de la fuerza— está en terapia intensiva. Y la pregunta que crece en los pasillos castrenses es una sola: ¿Qué fue del dinero de los aportes? (www.REALPOLITIK.com.ar)