14 de septiembre de 2025 | Nacionales
“Somos una organización social que arrancó hace diez años. Construimos baños en viviendas donde no los hay. Lo que encontramos generalmente son inodoros en espacios improvisados con chapas o maderas, sin lugar para lavarse las manos ni para darse una ducha. Frente a eso diseñamos un modelo de baño sencillo y económico de construir. En este tiempo ya construimos 2 mil baños para 2 mil familias que no tenían”, explicó Tomás Sicouly.
Según detalló, los números son alarmantes: “Las estadísticas marcan que hay 6 millones de personas en el país que no tienen baño. Son datos de 2022 y reflejan una situación de enorme vulnerabilidad. Eso equivale a un 13 por ciento de la población, unas 2,5 millones de personas sólo en la provincia de Buenos Aires”.
En cuanto al vínculo con las autoridades, aclaró: “No tenemos relación con ningún estado municipal, provincial o nacional que nos marque el ritmo de trabajo. Nosotros juntamos donaciones de particulares, de empresas que colaboran con materiales, y también aportes económicos de las familias. Así logramos organizar nuestro trabajo y llegamos a construir en siete provincias del país. Cuando algún municipio necesita, articulamos, pero mantenemos nuestra independencia”.
Sicouly subrayó lo difícil que resulta dimensionar esta realidad: “Vivir sin baño significa que un chico que estudia tiene que salir a lo del vecino para ir al baño, que una familia tenga que tener un balde dentro de la casa para resolver lo más básico. Es una situación muy dura, porque no hablamos sólo de cloacas, hablamos de la intimidad más elemental de un hogar”.
Respecto al rol de quienes colaboran, destacó: “Nos sorprende el compromiso de voluntarios, empresas y donantes particulares. Construimos en dos días un baño, pero empezamos cinco meses antes caminando, encuestando y planificando con la familia. Ellos son corresponsables, co-líderes de la acción, porque el esfuerzo es compartido”.
Sobre su propia motivación, reflexionó: “Me marcó entender que nadie elige dónde nacer. Al principio pensaba que la educación era la herramienta para progresar, pero descubrí que un chico que no tiene baño ni condiciones básicas para vivir no puede aprovechar la educación en igualdad de condiciones. Eso me convocó a comprometerme”.
Finalmente, invitó a la comunidad a sumarse: “Todos pueden ser parte: como voluntarios, con un aporte económico o simplemente difundiendo. Nos encuentran como Modulo Sanitario”. (www.REALPOLITIK.com.ar)