14 de septiembre de 2025 | Municipales
Un nuevo hallazgo estremece a Ostende, un pequeño pueblo balneario de 6 mil habitantes perteneciente al partido bonaerense de Pinamar. Una mujer que paseaba con su perro por la playa se encontró con un cráneo en la arena, situación que naturalmente la invadió de alarma y generó que se contactara de inmediato con el 911.
Así, la Policía Científica se hizo presente en el lugar y como primera medida aisló el perímetro del sitio donde se produjo el descubrimiento para analizar si había otros elementos. Luego de ello el cráneo fue guardado y trasladado a un laboratorio para ser resguardado y analizado con el fin de determinar la antigüedad y procedencia de este cráneo.
Por supuesto, numerosas hipótesis comenzaron a circular en el poblado. Algunos sospechan que podría ser una víctima de un asesinato enterrada de manera clandestina, cosa poco probable dada la falta de secretismo que implicaría tal hecho en un lugar público, transitado y encima sometido a la erosión propia del viento y el mar que en cualquier momento pueden develar lo que allí había intentado ser escondido.
Otros van más atrás en el tiempo y aluden a las víctimas de los denominados “Vuelos de la muerte”, práctica que el terrorismo de estado aplicado por la última dictadura realizaba para hacer desaparecer personas al arrojarlas con vida al río o al mar desde aviones y que la acción misma de las marejadas hizo reaparecer sobre las orillas de la costa atlántica, entre ellas las de Pinamar.
También está la posibilidad de la actividad umbanda, algo más común de lo imaginado en esa zona y tantas otras. En ese sentido, este hallazgo conectó directamente con el acontecido a principios de marzo, cuando en el fin de semana largo de carnavales un grupo de albañiles encontró en el patio de una cosa de Ostende donde estaban removiendo tierra y arena para iniciar una obra una serie aún mayor de restos óseos, entre ellos más de una treintena de cráneos.
Fuentes judiciales indicaron que en la región este tipo de situaciones en la playa pueden darse por la acción de la erosión y el movimiento natural de la arena, que con el tiempo dejan al descubierto restos enterrados.
Con todo, el escenario de apariciones que ya luce repetido en un pueblo relativamente pequeño llama la atención en la zona y enciende las alamas sobre la posibilidad de que se esté ante la evidencia de una práctica horrorosa y repetida. La investigación quedó a cargo del fiscal Juan Pablo Calderón, de la UFID 4 de Pinamar. (www.REALPOLITIK.com.ar)