15 de septiembre de 2025 | Deportes

Club de Gimnasia y Esgrima La Plata

Juez federal se excusó en un caso de evasión tributaria por su simpatía futbolera

El juez federal Jorge Eduardo Di Lorenzo se excusó de intervenir en una causa de evasión tributaria contra Gimnasia y Esgrima La Plata por ser socio del club, una decisión que la nota califica de liviana y que, al ser avalada por la Cámara, golpea la credibilidad de la Justicia argentina.

En un nuevo capítulo que degrada la credibilidad de la Justicia argentina, el juez de la Cámara Federal de La Plata, Jorge Eduardo Di Lorenzo, decidió excusarse de intervenir en una causa de evasión tributaria que involucra al Club de Gimnasia y Esgrima La Plata. ¿El motivo? Nada menos que su condición de socio de la institución denunciada por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).

Mientras el expediente investiga un presunto delito de apropiación indebida de tributos, con consecuencias millonarias para el estado y, en definitiva, para todos los contribuyentes, el magistrado se aparta con un argumento que roza lo caricaturesco: “Soy socio del club investigado”.

Resulta cuanto menos polémico que, ante una causa de tamaña gravedad institucional, el juez pretenda presentarse como neutral apelando a un formalismo vacío, cuando lo que demuestra es falta de profesionalismo y compromiso con la función que juró cumplir.

La decisión de Di Lorenzo no solo desnuda una alarmante liviandad, sino que expone a la Justicia al ridículo: un juez que debería ser garantía de imparcialidad se autopercibe incapaz de juzgar solo por simpatizar con los colores de una camiseta. El mensaje hacia la sociedad es devastador: en un país donde los ciudadanos comunes enfrentan embargos, juicios y sanciones por incumplir con el fisco, un magistrado decide apartarse por algo tan banal como su simpatía con un club.

Un golpe a la credibilidad institucional

La Cámara Federal aceptó la excusación bajo el argumento de evitar un “temor de parcialidad”. Pero la decisión deja un sabor amargo: en lugar de transmitir fortaleza institucional frente a los poderosos, la Justicia vuelve a mostrarse débil, complaciente y más preocupada por las formas que por el fondo.

La polémica, finalmente, abre otro interrogante: ¿Hasta dónde se va a tolerar que las simpatías futbolísticas se utilicen como argumento para eludir responsabilidades en causas graves que comprometen millones en impuestos evadidos? (www.REALPOLITIK.com.ar)