Axel Kicillof promociona el turismo bonaerense con un cementerio católico

El gobierno de Axel Kicillof, a través de la ministra de Comunicación, Jésica Rey, lanzó una nueva campaña para posicionar a la provincia de Buenos Aires como destino turístico bajo el lema “Bonita Provincia Argentina”, en alusión a las siglas PBA. La estrategia combina cartelería en la vía pública con avisos en distintos medios y dirige a los usuarios al sitio web oficial buenosaires.tur.ar, donde se promete información sobre la oferta turística provincial.

Entre la mugre de la ciudad, el gobierno de Buenos Aires promueve el turísmo promocionando un cementerio.

Sin embargo, lo que podría haber sido una oportunidad para mostrar la riqueza cultural, natural y gastronómica bonaerense, terminó en un verdadero despropósito. Entre los escasos destinos que rotan en la campaña, se incluyó nada menos que un cementerio.

Se trata del cementerio de Saldungaray, diseñado por Francisco Salamone a mediados del siglo XX. Más allá de su valor arquitectónico, la elección resulta insólita si se considera que la provincia de Buenos Aires cuenta con un abanico de destinos turísticos de primer nivel que no fueron priorizados. 

Peor aún, mientras el portal de ingreso al cementerio aparece como emblema de la campaña turística oficial, en la página web oficial impulsada por Kicillof no se ofrece información básica sobre hospedajes, recorridos o alternativas para quienes quieran visitar el sitio.

La campaña oficial parece haber optado por una postal sombría en lugar de potenciar los polos turísticos más representativos y convocantes de la provincia, muchos de los cuales son gestionados por municipios opositores. Así, lo que debería ser una política pública para atraer visitantes y dinamizar las economías locales se reduce a una estrategia publicitaria destinada a priorizar los territorios que responden al partido gobernante.

Finalmente, lejos de resaltar la diversidad y vitalidad de la provincia, la promoción del cementerio de Saldungaray como ícono turístico expone una mirada sesgada y poco estratégica de un territorio que ofrece infinitamente más de lo que la cartelería oficial parece estar dispuesta a mostrar. (www.REALPOLITIK.com.ar)