1 de octubre de 2025 | CABA
La Fundación Ciudad Limpia, reconocida por su labor en la Casa Garrahan Chaco, lanzó un fuerte llamado de atención ante la creciente cantidad de niños chaqueños derivados al Hospital Garrahan sin una respuesta ágil del sistema de salud. La organización denunció que los recursos son limitados y pidió la intervención de las autoridades para garantizar la atención de los casos más graves.
El titular de la fundación, el arquitecto Carlos Alabe, relató que en un reciente viaje a Buenos Aires para acompañar a una familia con una niña de un año y medio con insuficiencia respiratoria, en cuestión de horas se sumaron otros tres casos urgentes.
Entre ellos, se encuentran:
Francesca, de 1 año y medio, con insuficiencia respiratoria y derivación al Garrahan pero sin turno de consulta.
Juana, de 12 años, diagnosticada con cáncer (liposarcoma mixtoide), que requiere Trabectidina, una medicación costosa y difícil de conseguir.
Lorenzo, de 5 años, con neurofibromatosis tipo 1 en el brazo derecho y sin cúbito, derivado al Garrahan pero sin acceso al turno de diagnóstico y tratamiento.
Mientras se gestionaban estos casos, apareció un cuarto pedido de asistencia, lo que evidencia la magnitud del problema.
“Hemos ayudado a más de un centenar de niños que requirieron ser atendidos en el Garrahan, pero hoy los casos se multiplican y nuestras posibilidades no son infinitas”, sostuvo Alabe, quien además lamentó la falta de respuestas oficiales.
La Fundación Ciudad Limpia históricamente se ocupó de pacientes ambulatorios en la Casa Garrahan Chaco, pero ante la ausencia de gestión estatal, se ve forzada a intervenir en derivaciones, búsqueda de turnos, hospedaje y hasta alimentación de las familias. “Nuestros brazos no son infinitos, y la sensación de impotencia crece cuando no alcanza el dinero para cubrir tantas necesidades”, expresó una voluntaria de la institución.
Alabe advirtió que la creación de la Casa de los Chaqueños en Buenos Aires, un albergue frente al Hospital Garrahan, permitiría resolver buena parte de las dificultades de traslado y alojamiento, pero hasta el momento no hubo respuesta del Estado.
“Hace falta una oficina o un centro de atención que gestione los casos urgentes. Muchas veces no es cuestión de dinero, sino de abrir las puertas correctas. Lamentablemente, no encontramos funcionarios que se ocupen de acompañarnos en este camino”, concluyó Alabe con desazón. (www.REALPOLITIK.com.ar)