2 de octubre de 2025 | Nacionales
El gobierno de Javier Milei transita en medio de convulsiones el tramo decisivo hacia las elecciones de medio término. Aún falta mucho y la interna se hace cada vez más desgarradora. Y lo peor de todo es que ha atado a su suerte electoral su futuro. Nadie lo obligó. Una vez más, la estrategia autoritaria de plantear “o nosotros o la nada”, genera tensiones que repercuten en todos los ámbitos de la vida social.
Las novedades sobre la relación entre José Luis Espert, primer candidato de La Libertad Avanza (LLA) en las listas provinciales y beneficiario del presunto narcotraficante "Fred" Machado, echaron nafta a la hoguera interna del oficialismo. Nadie sale a defender al violento candidato, que supo instalarse con la consigna “cárcel o bala”. Las nuevas pruebas, procedentes de la causa judicial que se le sigue a Mercado en los Estados Unidos, casi no admiten dudas sobre la transferencia de 200 mil dólares que habría girado a Espert. Y lo peor es que han comenzado a hablar quienes estaban en su cercanía por entonces, desde su jefa de campaña al presidente de su partido en aquel 2019. Todos coinciden en que el ingreso de fondos irregulares era una constante por entonces, aunque en su declaración respectiva Espert aseguró no haber recibido ningún aporte privado.
También quedó en claro que Machado no era un contacto aleatorio, sino el verdadero jefe en las sombras de la candidatura presidencial de Espert. Los aportes en negro habrían sido muchos más, según los protagonistas, y también la provisión de un avión y de una camioneta blindada, que fue atacada a tiros durante una visita del entonces candidato al medio Crónica.
Por su parte, el bróker Carlos Maslatón aseguró haber acercado un sobre con 300 mil dólares a la campaña. A medida que los días van pasando, la situación de Espert se compromete cada vez más.
A Espert todos lo esquivan como a la peste. Tanto Patricia Bullrich como Guillermo Francos estuvieron muy filosos al ser consultados. Ambos le pidieron explicaciones públicas que se niega a dar, y su única defensa consiste en señalar a Juan Grabois como el responsable de haber reflotado las sospechas sobre su persona. Pero lo que daña a Espert no es la denuncia del dirigente social, sino las intervenciones, los silencios y las presiones en off que recibe desde el interior de LLA. El único que lo sostiene es el presidente Javier Milei, quien parece decidido a transitar a su lado incluso dentro del cementerio.
¿Por qué Milei asume esa posición que parece ser suicida en términos políticos y electorales? ¿Sólo porque él fue el que decidió asignarle ese lugar en la cabecera de la lista bonaerense, a contrapelo de la opinión de todo el resto de su espacio? Algunos se preguntan si, más que a la lealtad, esta determinación no estará fundada en pruebas de las que podría disponer Espert que involucrarían al presidente argentino y lo colocarían en pésima situación en caso de hacerse públicas.
"Si me piden que me corra no lo acepto de ninguna manera", insistió el candidato en las más de una decena de ocasiones en las que fue interrogado al respecto en A24. También se negó en otras tantas ocasiones a responder si había recibido o no la transferencia, lo que, de hecho, significa una convalidación de su concreción, ya que nadie que puede negar haber recibido fondos en negro procedentes del narcotráfico dudaría en negarlo en caso de no poder comprobarse.
“No podemos aceptar personas aliadas al narco”, disparó Bullrich, temerosa del impacto que pudiera tener el affaire Espert sobre su candidatura a senadora porteña. Francos utilizó un argumento similar, y el presidente del Frente Unite de José Bonacci, el sello partidario que usó en 2019, afirmó: "Al profe lo respeto profundamente y lo quiero, pero en este caso está mintiendo. No fue el sello partidario el que le proveyó los medios de locomoción".
En su momento, la diputada libertaria Lilia Lemoine también relacionó a Espert con el narco y aseguró que el ataque a balazos de la camioneta fue la consecuencia de esas relaciones delictivas. No era su invención, sino que se limitaba a repetir lo que era una verdad indubitable en el círculo íntimo de Milei.
Si bien Espert hizo una pésima elección entonces, en lo económico fue todo un éxito, ya que experimentó un inmediato incremento patrimonial de más del 700 por ciento, con la compra de una mansión en la zona más cara de San Isidro y un BMW de más de 90 mil dólares incluidas.
La gran pregunta consiste en saber cómo impactarán las denuncias sobre la cúpula de LLA en las elecciones. Con el presidente acusado de estafador por el caso $Libra, su hermana asociada a la caracterización como “alta coimera” en el sentido común, y su principal candidato en la provincia de Buenos Aires como sospechoso de vínculos estrechos con el narcotráfico. Por lo pronto, a todos ellos les ha ido pésimamente cuando quisieron salir a hacer campaña, y debieron suspender los eventos por la inasistencia de público y la aparición de grupos que se manifestaron ruidosamente con denuncias, descalificaciones y escraches.
Seguramente todo esto hubiera sido mucho más sencillo de manejar si la gestión Milei fuera exitosa para la mayoría de los argentinos, pero el impacto causado a la sociedad en su matriz productiva, laboral, niveles de ingreso, previsión social, educación y salud resulta indisimulable.
Tal vez por esto la mayoría juega a la mancha venenosa, desde gobernadores e intendentes hasta legisladores, medios, economistas de todo el arco ideológico y, naturalmente, las víctimas de una gestión que prometió liquidar a la “casta” y hacerle pagar los costos del ajuste, y terminó ejerciendo la administración más cruel sobre las mayorías de las que se tenga memoria. (www.REALPOLITIK.com.ar)