12 de octubre de 2025 | Opinión
Hoy, 12 de octubre, recordamos un hecho doloroso: hace exactamente 57 años, el pueblo de Annobón fue anexionado, sin consulta ni consideración alguna, a la recién creada República de Guinea Ecuatorial. Desde entonces, hemos vivido bajo un sistema que heredó y profundizó las prácticas coloniales: subordinación, saqueo, esclavitud, discriminación, odio étnico, secuestros, deportaciones, violaciones de los derechos humanos, abusos infantiles, vertido de residuos tóxicos, abandono, aislamiento e incomunicación con el exterior.
De ser víctimas de una potencia colonial que nunca invirtió en nuestra formación ni desarrollo, pasamos a ser sometidos por nuevas élites tribales que introdujeron la crueldad, el hambre y la miseria como instrumentos de opresión y exterminio contra el pueblo annobonés.
Hoy es un día triste para Annobón, pero también un día que nos recuerda la resistencia de nuestro pueblo: la capacidad de sobrevivir ante las epidemias y enfermedades tropicales, el respeto hacia los demás, el diálogo frente a las diferencias y la fuerza de una identidad cultural que ninguna arma puede destruir.
Por ello, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional, a las instituciones y organismos, y también a cada persona que cree en la libertad, para que se sumen a nuestra causa. 57 años de dictadura negro-colonial han puesto en riesgo la existencia de nuestro pueblo, nuestra lengua, cultura, religión e identidad. Pero hoy ya no estamos solos: el mundo empieza a escuchar nuestra voz y a reconocer que somos seres humanos, personas con derechos, un pueblo con capacidad para dirigir su propio destino y vivir en paz.
La autodeterminación es nuestro derecho inalienable. Como pueblo originario de la isla de Annobón, reclamamos soberanía y libertad sobre nuestro territorio ancestral, que es nuestra tierra sagrada, nuestra fortaleza y el hogar de todos los hijos de esta isla.
Con vuestro apoyo lograremos el reconocimiento como estado, accederemos al desarrollo y al progreso, construiremos infraestructuras básicas y recuperaremos nuestra dignidad. Confiamos en las instituciones internacionales, en los pueblos libres del mundo y en las fuerzas espirituales de Annobón para alcanzar nuestra libertad, con respeto, solidaridad y vida.
Ambo Legadu, Ambo Legadu, Ambo Legadu.
Muchas gracias.
(*) Orlando Cartagena Lagar es primer ministro de la República de Annobón.