7 de noviembre de 2025 | Nacionales
Durante la entrevista, Luis Berdiñas explicó que no todo tipo de estrés es negativo y que, en muchos casos, puede transformarse en una fuente de energía y rendimiento. “Existen dos tipos de estrés: el distrés, que es el negativo, y el eustrés, que es el positivo. El prefijo ‘eu’ significa ‘bueno’. Si no tuviéramos ese nivel de activación, estaríamos sin energía, sin impulso. Es en ese estado donde sale la mejor versión de uno mismo”, detalló.
En esa línea, subrayó que el estrés es una reacción natural del organismo que ha permitido la supervivencia de la especie humana. “No existen circunstancias estresantes, sino personas que se estresan frente a determinadas circunstancias. Lo que me estresa no es lo que sucede, sino cómo interpreto lo que sucede”, remarcó.
Para Berdiñas, una de las principales causas del estrés crónico en las grandes ciudades y en las empresas es la repetición constante de estímulos. “El organismo está preparado para reaccionar ante episodios de estrés, pero lo que nos complica la vida es la acumulación de estímulos que nos sacan de eje”, explicó.
Consultado sobre las herramientas para gestionar el estrés, el especialista destacó tres ejes fundamentales. “Lo primero es la respiración consciente. La técnica 4-6-8, inspirar en cuatro, retener en seis y exhalar en ocho, ayuda a reoxigenar el cerebro y reorganizar la energía corporal. Es el recurso más simple y al alcance de todos”, aconsejó.
El segundo paso, señaló, es cambiar la interpretación de los hechos: “No es lo que pasa, sino cómo elijo interpretarlo. Nadie tiene la capacidad de estresarme si yo no lo permito. Falta entrenamiento para trabajar sobre uno mismo y asumir responsabilidad emocional”.
Finalmente, adelantó que está por publicar su nuevo libro, “Dialogología y Dialoging”, basado en la gestión del diálogo interior: “Toda nuestra vida se desarrolla en ese diálogo interno, incluso mientras dormimos. Es ahí donde se originan los pensamientos que nos pueden estresar”.
El especialista también vinculó el fenómeno de la ansiedad con las expectativas no cumplidas: “El 85 por ciento de los microprocesos de estrés diarios se generan por situaciones que nunca llegan a ocurrir. La ansiedad nace de la expectativa. Cuando lo que deseamos o necesitamos no sucede, sentimos frustración o enojo. El secreto está en entrenar la gestión de las expectativas”.
Berdiñas advirtió que las nuevas generaciones viven en un entorno “de diseño estresante”, marcado por la inmediatez y la sobreexposición digital. “Vivimos en la era del fast life. Todo tiene que ser ya. Los jóvenes están pendientes del celular, esperando un like o una aprobación. Esto mantiene al organismo en un estado de alerta permanente”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)