9 de noviembre de 2025 | Provincia
"En primer lugar, valoro un estado presente, en este caso el provincial, a diferencia de un estado nacional que, para no quedar expuesto, hace como una especie de circo tratando de simular una ayuda. Si realmente quieren ayudar, que empiecen por entregarnos lo que están debiendo", señaló Claudio Velazco, en alusión a los 12,1 billones de pesos que la Nación adeuda a la provincia de Buenos Aires por distintos conceptos.
El especialista explicó que la situación actual de la cuenca del Salado no es nueva ni sorpresiva: “Cada vez que hay una inundación me genera impotencia, pero también sé que va a seguir pasando si no se ejecutan las obras con el ritmo que deberíamos tener. El 55 por ciento del territorio bonaerense forma parte de la cuenca del Salado, un área productiva clave para la provincia, y desde hace décadas sufre pérdidas económicas millonarias por las crecidas”.
Velazco recordó que el tramo 4 del plan maestro integral de la cuenca —que va desde General Belgrano hasta Bragado— se encuentra paralizado desde hace más de una década. “De los 400 kilómetros de cauce del Salado, se avanzó en los primeros tres tramos, unos 230 kilómetros. Pero los 170 kilómetros restantes, que incluyen el tramo 4, están frenados desde diciembre de 2013, a pesar de contar con financiamiento internacional. El principal responsable de que no se haya terminado es el gobierno nacional”, remarcó.
Además, apuntó que el plan maestro, con más de 25 años de antigüedad, requiere una actualización urgente para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. “Yo ya en 2015 advertí que las secciones ejecutadas eran insuficientes. La cuenca del Salado necesita una inversión mínima de 9.600 millones de dólares. Si no se actualiza el diseño y se invierte con una mirada a largo plazo, vamos a seguir viendo a las mismas ciudades bajo el agua”, alertó el ingeniero.
Respecto al denominado “nodo Bragado”, Velazco explicó que el proyecto apunta a mejorar el escurrimiento del agua en la zona mediante canalizaciones que conectan diversas lagunas y arroyos con el Río Salado. “Es una obra fundamental para aliviar el sector, pero debe integrarse dentro de una estrategia provincial más amplia. Si no se completa el tramo principal, el agua simplemente no tiene por dónde irse”, sostuvo.
Finalmente, advirtió sobre las consecuencias productivas y sociales de la inacción: “Después de una inundación, la tierra puede tardar hasta tres años en recuperarse. No hablamos solo de grandes productores: hay cientos de pequeños y medianos agricultores que pierden todo. Por eso, más allá de los discursos, lo que se necesita es voluntad política real para terminar las obras que hace años están pendientes”. (www.REALPOLITIK.com.ar)