7 de noviembre de 2025 | Nacionales
“Yo apoyo a los presidentes, siempre lo hice. A Cristina Fernández de Kirchner la apoyé, a Alberto Fernández también, incluso durante la pandemia estuve en contacto con su esposa (Fabiola Yáñez) para ayudar a los argentinos varados en España. Pero con Javier Milei me gusta el cambio, me gusta la propuesta. Hasta ahora me siento bien, me siento bien representado”, expresó Sergio “Maravilla” Martínez.
El exboxeador, que hoy combina su pasión por el deporte con la actuación, la docencia y el emprendedurismo, repasó en la entrevista sus inicios y su camino de superación personal: “De chico me decían el raro, el mudo. No me juntaba con nadie, me gustaba escribir y pasaba mucho tiempo solo. Pero el boxeo me hizo pisar tierra, me enseñó a mirar hacia arriba y a tratar de crecer”.
A lo largo de la charla, Martínez recordó los momentos difíciles que atravesó antes de alcanzar la cima. “En 2003 no tenía ni para comer. Me habían cortado el agua y la luz. Llegué a pensar que me había equivocado de profesión. Pero decidí esperar quince días antes de rendirme y esa fue la mejor decisión de mi vida. La piedra del camino es el propio entrenamiento”, reflexionó.
Sobre su mentalidad competitiva, sostuvo que “viene implícita” en él: “Soy insoportable cuando me propongo algo. Tengo un fuego interior que no se apaga. Hoy estoy dando charlas, masterclass de boxeo, una gira por el país y lanzando en España mi empresa Método Maravilla, con dos gimnasios funcionando. Además, estoy preparando una película y una obra de teatro en Buenos Aires para el año que viene”.

Consultado por su vínculo con la política, el excampeón mundial reveló que recibió varias propuestas pero decidió mantenerse al margen: “Me metí a averiguar y salí espantado. No es lo mío. Aunque alguna vez, entre amigos, dije en broma que me gustaría ser intendente de Capilla del Monte, un lugar que amo y donde quizás viva en el futuro”.
Finalmente, dejó un mensaje inspirador: “La vida no es como uno quiere que sea, la vida es como es. Y va a ser feliz quien la acepte tal como es. Hay que aprender a disfrutarla, con sus dramas y sus pequeñas alegrías. No es un mundo cómodo, pero nos toca a nosotros levantarlo”. (www.REALPOLITIK.com.ar)