8 de noviembre de 2025 | Nacionales

Entre banqueros y virreyes

Pablo Quirno, un canciller con linaje colonial

El canciller argentino aseguró que un antepasado suyo había participado del Cabildo Abierto de 1810 para demostrar su “arraigo con la historia nacional”. Sin embargo, los documentos históricos muestran que aquel familiar votó a favor de la continuidad del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, en contra de la Revolución de Mayo.

El canciller Pablo Quirno buscó reivindicar su linaje histórico y terminó quedando en el centro de las burlas. Todo comenzó cuando el funcionario, molesto por un comentario en redes que lo confundía con otro economista de doble nacionalidad, respondió jactándose de tener una línea familiar que se remonta “hasta la Independencia”.

“Antes de la independencia incluso... Acta del Cabildo de Mayo de 1810”, escribió el canciller, orgulloso, intentando despejar cualquier duda sobre su nacionalidad y, de paso, mostrar una conexión simbólica con los orígenes de la patria. Lo que no imaginó fue que la jugada se transformaría en su propio boomerang.

Horas después, usuarios de redes rescataron las actas originales del Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, donde efectivamente figura Norberto de Quirno Echeandía, un comerciante y hacendado de Buenos Aires. Pero en lugar de votar por la conformación de una junta o por la destitución del virrey, su voto fue a favor de la continuidad de Baltasar Hidalgo de Cisneros, el representante directo de la corona española.

El intento de mostrarse como heredero del espíritu revolucionario terminó, así, en una ironía histórica: el antepasado al que apeló el canciller no se alineó con la independencia sino con la defensa del poder colonial.

Una historia familiar marcada por el poder

La genealogía de Quirno está atravesada por nombres de peso. Su tatarabuelo, Marcelino Ugarte, fue canciller de Bartolomé Mitre, juez de la Corte y diputado. Su hijo —y bisabuelo del actual canciller— también llamado Marcelino Ugarte, fue dos veces gobernador de la provincia de Buenos Aires. Más cerca en el tiempo, su abuelo Avelino Quirno Lavalle fue diputado por el Partido Demócrata Nacional y cofundador del Partido Conservador Popular junto a Vicente Solano Lima.

No es, por lo tanto, una familia ajena a los círculos del poder. Tampoco al mundo financiero. Economista egresado de la Universidad de Pensilvania y exdirector para América Latina del JP Morgan Chase (JPMorgan Chase & Co), Pablo Quirno integró durante el macrismo el equipo económico de Luis “Toto” Caputo, con quien negoció parte del endeudamiento récord con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Durante la actual gestión de Javier Milei, fue secretario de Finanzas y de Relaciones Económicas Internacionales hasta su ascenso al Palacio San Martín, donde ahora concentra la política exterior del país.

De los bancos a la diplomacia

Su desembarco como canciller profundizó la influencia del sector financiero dentro del gabinete nacional. Junto a Caputo y Santiago Bausili, Quirno integra el tridente de ex JP Morgan que hoy maneja simultáneamente la economía y la diplomacia argentina. Su figura genera reparos no solo por esa cercanía con el sistema bancario internacional, sino también por su historial de declaraciones polémicas.

Entre los mensajes que resurgieron tras su designación, hay viejos tuits en los que relativizaba el reclamo argentino sobre las Islas Malvinas. En uno de ellos, de 2013, ironizó: “¿Y si el referéndum que hicieron en Malvinas lo hacemos acá? ¿Tendría un resultado diferente?”. En otro, de 2014, escribió: “Ir a la ONU por los buitres es lo mismo que ir por las Malvinas… declaraciones obtendremos, pero cambios, no”.

Los mensajes, publicados cuando aún no era funcionario, hoy adquieren una resonancia incómoda: quien en el pasado minimizaba la causa Malvinas será ahora el responsable de representarla en foros internacionales.

El clan Quirno

Detrás del flamante canciller también se esconde una red familiar con fuertes vínculos con el sistema financiero y las fintech. Su hijo mayor, Pablo (h), trabajó en la Casa Rosada durante el macrismo y fue subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales en el ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto con apenas veintiséis años; por supuesto, promocionado por su padre. Luego pasó al sector privado: fue CFO de Brubank —autorizado a operar cuando su padre era director del Banco Central de la República Argentina—, ejecutivo de Wilobank y actualmente ocupa un cargo de dirección en Ualá.

Su otro hijo, Marcos Quirno, también se desempeña en el sector: trabajó en JP Morgan, luego en Nubank Argentina y hoy figura como inversor de un fondo tecnológico en San Francisco. La familia completa, entre cargos públicos y puestos en la banca privada, representa un entramado donde las fronteras entre lo estatal y lo financiero se vuelven difusas.

De la historia a la ironía

En las redes, el episodio del antepasado se transformó en meme. Muchos usuarios destacaron la paradoja de un funcionario que buscó mostrarse “patricio” reivindicando a un familiar que, en realidad, defendió la continuidad del poder español. Otros fueron más allá y trazaron un paralelismo entre aquel comerciante de 1810 y el banquero de 2025: dos hombres de su tiempo, ambos alineados con el orden establecido.

Para los críticos, la anécdota expone una continuidad simbólica entre los intereses económicos que se opusieron a la independencia y los que hoy conducen la política exterior argentina. Para sus defensores, en cambio, se trata de una lectura forzada, un simple error de comunicación amplificado por la voracidad de las redes sociales.

La historia se repite, primero como chicana

El episodio deja al descubierto cómo, en la era digital, incluso un gesto destinado a reforzar la identidad nacional puede volverse contra su autor. Quirno quiso mostrar raíces patrias y terminó alimentando el debate sobre la elite que históricamente ocupó los principales resortes del poder en la Argentina.

A más de dos siglos del Cabildo Abierto, las actas siguen hablando. Y esta vez, su eco no llegó desde un archivo polvoriento, sino desde las redes sociales, donde la historia se mezcla con la política, el sarcasmo y la memoria. (www.REALPOLITIK.com.ar)