“Mi mamá murió y no sé dónde está su cuerpo": El drama de una médica en Chascomús

“Esto es más que nada un grito, un pedido. Ya lo hice muchas veces, pero esta vez ya es demasiado”, comenzó relatando Érica González, quien aseguró estar “padeciendo el abandono y la mala praxis en primera persona”. La médica apuntó contra el sistema de salud local y contra la obra social de los jubilados: “Hoy tener PAMI es como tener en la frente marcada la fecha de caducidad. Es doloroso saber que uno llega a la tercera edad después de trabajar toda una vida, y que por tener esa obra social ya esté condenado a la muerte”.

Respecto del estado del hospital San Vicente de Paul, la profesional fue contundente: “Está colapsado. Tiene cuatro habitaciones en clínica médica, ocho camas en quirófano y cinco en terapia intensiva para una población de casi 50 mil habitantes. Es una locura. El gobierno municipal no escucha la necesidad del pueblo, hay una desconexión total”.

La doctora relató que su denuncia pública se sustenta también en su historia personal: perdió a su tío en 2021 por falta de atención médica y, recientemente, a su madre el 1 de octubre de 2025. A más de un mes del fallecimiento, aseguró no saber dónde está el cuerpo. “Se cree que sigue en la morgue del hospital, pero nadie me da respuesta. No tengo el certificado de defunción de mi mamá”, señaló.

Sobre la muerte de su tío, recordó con crudeza el episodio: “Tuvo un infarto. Llamé a la ambulancia, detallé todo lo que necesitaban llevar, pero tardaron más de 20 minutos en llegar. Llegaron sin oxígeno, sin suero suficiente, sin elementos básicos. Lo intubé yo misma con los medios que tenía, incluso usé un cordón de zapatillas para fijar el tubo. Era una escena dantesca. Él murió, y todo fue consecuencia de la desidia”.

González también denunció la corporación médica y el silencio político en el municipio. “Desde que fui directora del hospital me vetaron. Soy recta, tengo ética, y no iba a ser obediente al municipio si eso perjudicaba a los pacientes. Por eso me hicieron a un lado. Cuando puse el servicio de emergencias SAMU, me amenazaron de muerte y me arrollaron el auto. Todo porque quería que el dinero de las facturaciones se destinara al hospital y no a negocios privados”, afirmó.

Además, la médica recordó haber ofrecido sus servicios al municipio durante la pandemia de manera gratuita, tras su experiencia en la organización de terapias intensivas en distintas provincias del país. “La secretaria de Salud de entonces me dijo: ‘Yo no creo en el hisopado’. Le respondí que esto no era una religión, era un test diagnóstico. Si ese es el nivel de formación, estamos en problemas”, lamentó.

Finalmente, González aseguró que la situación sanitaria en Chascomús “es un desastre absoluto” y que las víctimas “son los adultos mayores y los sectores más vulnerables”. “Mi mamá murió y no sé dónde está su cuerpo. Eso lo dice todo. El municipio no da respuestas, PAMI no se hace cargo y la gente vive con miedo. En Chascomús, la salud pública se desmoronó”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)