14 de noviembre de 2025 | Nacionales
Pablo Das Neves cuestionó la falta de claridad oficial sobre los detalles del acuerdo con Estados Unidos: “Toda la operación es bastante opaca, porque no hay demasiada transparencia en cómo son los movimientos. Mientras el ministro Luis Caputo decía que todo estaba bajo confidencialidad, el secretario del Tesoro norteamericano daba detalles hasta con números”. En ese sentido, señaló que la información divulgada desde Washington responde también a intereses políticos internos: “Scott Bessent trató de mostrar que había sido un trade positivo para el Tesoro de Estados Unidos, frente a las críticas de los demócratas por la ayuda a la Argentina”.
El especialista explicó que este tipo de operaciones no son nuevas en el mundo financiero, aunque sí lo son para la Argentina: “Son operaciones de carry, muy comunes a nivel global. El beneficio para la Argentina está en el respaldo que implica tener al Tesoro y la Reserva Federal de Estados Unidos detrás del Banco Central de la República Argentina. En otras palabras, hay una garantía de que los dólares van a aparecer. Pero aun así, la demanda de divisas sigue siendo fuerte”.
Respecto al valor del dólar, Das Neves advirtió que “el tipo de cambio actual está en un precio bajo”. Según sostuvo, “cuando uno ve cómo han evolucionado los costos internos y la cotización del dólar, entiende por qué las exportaciones argentinas caen. Las empresas exportadoras están perdiendo márgenes de ganancia porque los costos en pesos suben y el dólar no acompaña. Hoy el mercado percibe claramente que el dólar está barato”.
En cuanto al esquema de bandas cambiarias, el economista lo comparó con el plan israelí de 1985: “Es un modelo similar, aunque en Israel las bandas eran más amplias. En Argentina tenemos un crawling del 1 por ciento mensual, frente a una inflación del 2. Eso hace que el dólar se retrase y que el programa no sea sustentable en el largo plazo”. Si bien destacó el anuncio del ministro Caputo de ampliar las bandas al 1,5 por ciento, consideró que “sigue siendo inconsistente. Si queremos un esquema de flotación, hay que dejar flotar realmente al dólar, de lo contrario seguimos teniendo precios artificiales”.
Consultado sobre la inflación, estimó que el piso actual será difícil de perforar: “Argentina tiene una sticky inflation en torno al 2 por ciento mensual. A veces da un poco más o un poco menos, pero ese nivel llegó para quedarse por ahora. Hay factores estructurales e inerciales que la sostienen”.
Finalmente, el economista se refirió a las perspectivas hacia fin de año: “Históricamente las devaluaciones se dan entre diciembre y febrero. No creo que veamos una de gran magnitud, pero sí puede haber algún tipo de flexibilización de las bandas cambiarias o un aumento de la liquidez. El gobierno está en un buen escenario político y económico de corto plazo; el riesgo ahora no es político, sino de implementación”. (www.REALPOLITIK.com.ar)