21 de noviembre de 2025 | Municipales
Desde el inicio, Diana Lara Morinigo aclaró que tanto en San Clemente como en Gorina su familia tuvo que vivir en constante alerta. “Tenemos que tener siempre cuidado, siempre precavido de que no se acerque al colegio”, señaló, en referencia al temor que generan las conductas de su madre. Agregó que su familia quedó sorprendida tras una reciente entrevista en la que su progenitora acusó a vecinos, funcionarios municipales y personas del entorno familiar: “Tiró literalmente, perdón la palabra, mierda para todos lados”.
La joven recordó que desde los siete años asistió a terapia debido a la conflictiva separación entre sus padres. “En Nochebuena mi mamá se fue con un hombre, engañó a mi papá y dejó a las mellizas con un año de edad”, detalló. En aquel entonces, el resto de los hermanos también eran menores: ella tenía siete años; uno de sus hermanos, diez; y otro, hijo de su madre, también quedó bajo el cuidado paterno.
Su padre, policía, debió afrontar solo la crianza de cinco chicos. Lara contó que debió asumir responsabilidades que no le correspondían: “Tuve que pasar y aguantar cosas que yo nunca quise, tuve que hacer cosas que yo tampoco quise… lo hice porque son mis hermanos”.
Según su testimonio, era ella quien cocinaba, cuidaba a las mellizas y a César, cambiaba pañales y organizaba la rutina familiar. “Yo un montón de tiempo estuve sin ir al colegio con ese tema porque mi mamá se había ido”, lamentó.
Lara reconstruyó con precisión lo ocurrido la noche del incendio que terminó con la vida de su hermano César, un adolescente de quince años con discapacidad. Aquel 16 de abril de 2019, ambos habían ido a dormir a la casilla de madera ubicada en el fondo del terreno familiar.
Después de mirar televisión juntos, se despidieron para dormir. De madrugada, Lara sintió olor a humo: “Cuando me despierto mi pieza estaba llena de humo”. Al abrir la puerta de la habitación de su hermano, se encontró con una escena devastadora: “La cucheta estaba envuelta en fuego… me quedé en el marco de la puerta, no entré”.
La joven asegura que no pudo ingresar debido a que las llamas impedían el paso. “Para mí que echaron algo, no sé si estaba bañado en nafta, en tiner, no tengo idea… pero la cucheta no puede ser que solo madera haya prendido así”, aseguró.
A pesar de que en su momento las pericias indicaron un posible cortocircuito, Lara sostiene que esa versión es incompatible con lo que vio su padre. “El cable estaba cortado con tijera, no estaba quemado… imposible que haya sido un cortocircuito”, afirmó.
Consultada sobre qué cree que ocurrió, la joven fue contundente: “Para mí un ajuste de cuentas, porque tenía muchísimas, incontables quilombos por todos lados”, en referencia a los conflictos de su madre con diversas personas.
Lara también negó que el vecino, apuntado por su madre, estuviera involucrado en el incendio. “El vecino no tiene nada… ella no sabía lo que había pasado en 2019, estaba en Chascomús con uno de sus hombres”, dijo.
Aseguró que su padre ya no quiere tener ningún tipo de vínculo con su expareja: “A mi papá ya no le interesa, no la quiere ni ver en figuritas”. Según explicó, la mujer estaría usurpando una propiedad que figura a nombre de su padre: “Ella dice ser dueña de la casa principal porque es de madre soltera, pero nunca puso un peso”.
Antes de finalizar, Lara se quebró al recordar la pérdida de su hermano: “Yo no voy a superar esto lo de mi hermano, nunca lo voy a superar. El abandono lo superé, ya pasó”. (www.REALPOLITIK.com.ar)