25 de noviembre de 2025 | Internacionales

Entrevista REALPOLITIK.FM

El mercado laboral en Dinamarca: “En los resultados gana por afano a cualquier otro modelo del mundo”

Mónica Giovanovich, consultora especializada en inserción laboral, conversó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre las políticas de seguridad social e inserción laboral que Dinamarca aplica con éxito desde hace décadas, y que hoy son referencia mundial bajo el concepto de “flexiguridad”.

Simón X

“En el diseño de planes de inserción laboral para Argentina, uno siempre busca modelos que hayan funcionado. El nuestro es un sistema difícil porque las políticas suelen articularse desde un solo sector y sin una mirada integral, por eso la mayoría termina fracasando”, inició Mónica Giovanovich. “Así llegué a conocer este sistema llamado flexiguridad: flexibilidad para contratar y despedir, pero con seguridad para el trabajador”.

La consultora explicó que el modelo danés nació en los años 90, como respuesta a una crisis global de empleo. “Es un triángulo con tres patas muy fuertes: un estado activo, flexibilidad para las empresas y seguridad para el trabajador. En resultados, gana por afano a cualquier otro modelo del mundo. Hoy Dinamarca tiene apenas 2,6 por ciento de desempleo y opera en pleno empleo”, afirmó.

A su vez, destacó el atractivo que el sistema genera para los jóvenes europeos: “Dinamarca se convirtió en un imán para quienes buscan empleo seguro. El empleador te puede despedir sin motivos, pero la reinserción es rápida y eso da una estabilidad enorme”.

Sobre el financiamiento y la participación estatal, Giovanovich aclaró: “El estado es fuerte, pero en segundo lugar están los sindicatos y en tercero las empresas. Se sientan todo el tiempo a negociar. La inversión en empleo y capacitación es altísima. Los impuestos se consideran elevados, pero vuelven a la sociedad. A diferencia de Argentina, donde tenemos cargas iguales o más altas, allá se reinvierten”.

Al detallar cómo funciona la seguridad para el trabajador, señaló: “El trabajador y la empresa aportan todos los meses a un fondo de desempleo. Si la persona pierde su trabajo, cobre lo que cobre el fondo, el estado cubre la diferencia hasta dos años, que es el período estimado de reinserción. Pero en el medio hay capacitación obligatoria si el trabajador quedó atrás en sus habilidades”.

Asimismo, precisó que las empresas no se oponen al sistema: “Aportan al fondo, pero es equivalente a lo que acá pagan en indemnizaciones o cargas sociales altísimas que no se traducen en mejoras para nadie. En Dinamarca los beneficios son para todo el sistema. Si uno gana y otro pierde, el modelo no se sostiene”.

Otra característica llamativa es la dinámica sindical. “Tienen entre el 67 y el 68 por ciento de afiliación. Y no hay paros. Para ellos, el paro es el emergente de que fracasó la conversación. Se sientan, negocian y no se levantan hasta resolverlo. Acá sería impensado”, ironizó.

También se refirió a las ventajas para los trabajadores: “La tasa de empleo registrado es altísima. Hay mucha rotación porque la reinserción es rápida. Y tienen beneficios inmediatos: desde que empezás a trabajar te corresponden cinco semanas de vacaciones al año, no después de veinte años como pasa acá”.

Para Giovanovich, otra clave del modelo danés es su fuerte orientación social. “Tienen programas específicos para grupos vulnerables. Por ejemplo, políticas de empleo para garantizar la independencia económica de las madres solteras. Es una mirada profundamente socialdemócrata”.

Sobre la aplicación del modelo en otros países, detalló: “Funciona muy bien en Holanda y en algunos aspectos en Noruega y Finlandia. Pero en otros países de Europa, como Francia, los resultados fueron desastrosos. El modelo no falla: lo que falla es no adoptar la filosofía que lo sostiene”.

En ese sentido, reflexionó: “La palabra clave es sostenibilidad. Necesitamos modelos que no duren seis meses y después se caigan. Si no cambiamos la lógica política y no logramos que todos los actores negocien y se comprometan, nada se sostiene”.

Finalmente, Giovanovich sintetizó el espíritu del sistema: “El secreto de la flexiguridad es que todos ganan y todos pierden en la misma medida. Cuando entendés que si una parte se cae, el sistema completo se derrumba, recién ahí podés construir políticas de empleo que duren”. (www.REALPOLITIK.com.ar)