28 de noviembre de 2025 | Provincia
“Hay un movimiento antivacunas que no es únicamente argentino, sino mundial. Ya habían intentado organizar reuniones para decir que no había que vacunar. Va totalmente en contra de la salud pública, de la prevención y del cuidado de la población”, inició Julio Dunogent respecto a la charla convocada en la Cámara de Diputados de la Nación para debatir sobre los componentes de la vacuna contra el COVID-19.
El médico aseguró que los efectos ya comienzan a sentirse: “Mucha gente no se está vacunando ni está vacunando a sus hijos, y están apareciendo enfermedades que estaban prácticamente desaparecidas, como la tos convulsa y el sarampión. Incluso podríamos volver a la poliomielitis. Es una catástrofe sanitaria”.
En este sentido, explicó cómo se erosiona el llamado “efecto rebaño”: “Cuando la mayoría está vacunada, protege al que no lo está. Pero cuando los vacunados disminuyen, ese efecto desaparece y ahí empieza el desastre”.
Dunogent insistió en que detrás de esta tendencia existen “intereses económicos” y comparó el fenómeno con “un terraplanismo científico”. Además, subrayó la enorme diferencia histórica entre la era pre y post vacunas: “La mortalidad es incomparable. La sobrevida actual en el mundo se debe a dos cosas: el agua potable y las vacunas”.
Consultado sobre la caída en los niveles de vacunación pediátrica, apuntó a la falta de campañas constantes: “La difusión se ha perdido. Esto trasciende a gobiernos específicos. Tiene que mantenerse en el tiempo. Es una gran responsabilidad de los organismos de salud”.
A su vez, reclamó la vuelta de medidas firmes que antes eran rutina: “Los chicos que no están vacunados no pueden entrar a la escuela. Eso es en defensa de la sociedad. No es para castigar a nadie, es para protegerlos”.
El dirigente también explicó las graves consecuencias económicas de retroceder en materia sanitaria: “Si dejamos de vacunar, volveríamos a épocas prehistóricas, con enfermedades graves que después hay que tratar. El presupuesto en salud se multiplicaría por doscientas veces. Además de toda la letalidad que implicaría”.
El Colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires –aseguró– mantiene diálogo y ofrece colaboración a las autoridades sanitarias: “Somos 80 mil médicos en la provincia, con especialidades variadas. Ponemos todo nuestro conocimiento a disposición, sin ningún tipo de interés. Lo que nos importa es la protección de la población”.
Finalmente, Dunogent llamó a recuperar la responsabilidad social frente a la desinformación: “No se puede fallar en esto. La humanidad tiene pulsiones complejas, pero la salud pública no puede quedar librada al azar ni a teorías sin rigor científico. Las vacunas salvaron millones de vidas y siguen siendo la principal barrera entre nosotros y un desastre sanitario sin precedentes”. (www.REALPOLITIK.com.ar)