30 de noviembre de 2025 | Municipales

En los estudios de REALPOLITIK.FM

La maldición de los gobernadores: “El primero que puso en escena el mito fue un platense en los 80”

El historiador Gabriel Darrigran visitó los estudios de RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) y presentó su nuevo libro, El origen de los misterios en La Plata, donde reconstruye el nacimiento de los principales mitos urbanos de la región y su impacto en la vida política, social y cultural.

Fernanda Navamuel

Durante la entrevista, el especialista Gabriel Darrigran aclaró que su obra busca explicar “el origen de estas historias y cómo interaccionan en nuestra sociedad platense”, además de identificar “quiénes las sostienen, quiénes las promueven”.

Uno de los temas centrales fue la famosa maldición de los gobernadores bonaerenses, una leyenda que sostiene que ningún mandatario provincial puede llegar a presidente. Darrigran aseguró que lejos de ser un relato fundacional del siglo XIX, surgió mucho después: “Es un mito fundacional, eso hace creer que es del siglo XIX, pero en mi libro yo busqué quién fue el primero que lo puso en escena y es un personaje platense de la década del 80”.

Ese “personaje” era un médico psiquiatra de la ciudad que, en 1989, desde una revista de medicina alternativa, lanzó la teoría de que La Plata estaba afectada por una energía negativa. Según reconstruye Darrigran, el profesional partió de la percepción generalizada de la época, cuando “los platenses creían que tenían mala suerte, que la ciudad tenía mala suerte”.

Aquella publicación proponía que la ciudad atravesaba una especie de “enfermedad cultural”, y que esa mala fortuna debía tener un origen simbólico. En ese marco apareció, por primera vez, la figura de la supuesta bruja que habría maldecido La Plata. “Si está maldita, ¿quién la maldijo? Y ahí sale la figura de la bruja de Tolosa”, explicó el historiador.

Darrigran destacó que la idea prendió rápidamente en sectores universitarios, astrólogos, grupos espirituales y, más tarde, en los medios. “Ese pequeño artículo caló muy hondo y fue cada vez creciendo más”, recordó.

La masificación del mito llegó a tal punto que, en 1993, distintas iglesias evangélicas realizaron una ceremonia pública en plaza Moreno para “desarticular la maldición”. Según el entrevistado: “Trajeron a un especialista porque ellos tienen la creencia de que existen en el mundo demonios territoriales”.

Seis años después, en plena campaña presidencial de 1999, el mito volvió a cobrar fuerza. Militantes del peronismo local pidieron autorización municipal para realizar un ritual de exorcismo en la piedra fundacional de la ciudad. “Solicitan a la municipalidad de La Plata autorización para hacer una ceremonia de exorcismo con el fin de eliminar la maldición de los gobernadores”, narró Darrigran.

El acto fue cubierto por medios nacionales y estuvo cargado de simbolismo: “Hicieron una fogata, caminaron sobre las brasas y luego llevaron las cenizas a plaza Moreno. Era parte del ritual”, recordó.

El historiador remarcó que estos mitos se nutren de relatos previos, pero no provienen de la fundación de la ciudad. Entre esas piezas previas, mencionó un texto del poeta Arturo Capdevila, quien en 1932 aseguró que muchos porteños varados en Tolosa el día de la fundación “maldijeron al aire a la ciudad que recién nacía”. También citó la apertura de la piedra fundacional en 1982, cuando el acta original desaparecida alimentó interpretaciones políticas. “La única teoría que él encuentra es que ha habido un saqueo en el siglo XIX por partidarios políticos contrarios a Dardo Rocha”, detalló.

Darrigran concluyó que todo este entramado fue ensamblado por aquel psiquiatra platense en 1989 para darle sentido a una época marcada por la crisis y la percepción de decadencia urbana. “Lo que hizo este médico es darle una forma, darle un origen, sin quererlo o queriendo”, sintetizó.

Su libro reconstruye paso a paso ese proceso: “Está toda la evolución de cómo llegué hasta los evangelistas rezando”, aseguró el autor, convencido de que los misterios platenses siguen vivos porque aún hoy se siguen utilizando políticamente. (www.REALPOLITIK.com.ar)