Serpejal SA: Esposa e hijo de Fernando Espinoza inauguran empresa alimenticia

La familia del intendente de la municipalidad de La Matanza vuelve a ampliar su emporio societario. Esta vez, la esposa de Fernando Espinoza, Nancy Myriam Mare, y su hijo, Juan Domingo Tomás, acaban de tomar control total de Serpejal SA, una firma que –aunque creada hace años– fue reactivada y reformulada para ingresar al negocio alimenticio.

La silenciosa pero constante expansión empresarial del clan Espinoza sumó un nuevo capítulo. Serpejal SA, una sociedad anónima registrada hace varios años, acaba de sufrir un giro significativo: la propia esposa de Fernando Espinoza, Nancy Myriam Mare, fue designada presidenta de la firma, mientras que el hijo del jefe comunal, Juan Domingo Tomás Espinoza, quedó nombrado como director suplente.

La modificación quedó asentada en el acta del 16 de diciembre de 2024, en la que se determinó tanto la nueva composición del directorio como la reforma del objeto social, que ahora abarca la compra, venta, fabricación, elaboración, distribución e importación y exportación de productos alimenticios en general, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, golosinas, snacks y otros derivados.

El nuevo domicilio legal quedó fijado en Berón de Astrada 4441, La Tablada, pleno corazón del territorio político de Espinoza.

Una empresa vieja, pero con nueva vida

Si bien Serpejal SA aparece inscripta hace tiempo, nunca tuvo actividad pública relevante. De hecho, en 2014, 2021 y 2025, la empresa tuvo distintas designaciones de autoridades, pero sin proyección conocida. La novedad es que, por primera vez, la esposa de Espinoza se involucra directamente como presidenta, consolidando un avance empresarial que ya no parece casual ni aislado.

En la asamblea de 2021, las autoridades eran otras: el presidente era Mario Rosendo Gómez y el director suplente, nuevamente, Juan Domingo Tomás Espinoza, quien aparece vinculado a la sociedad desde muy joven. Hoy, con Mare al mando, la empresa se reconfigura como un nuevo eslabón del entramado familiar.

Una familia con múltiples negocios y vínculos de alto nivel

No se trata del primer emprendimiento que involucra a la familia del intendente. Tal como documentó REALPOLITIK en reiteradas investigaciones, los hijos de Fernando Espinoza llevan años protagonizando una vertiginosa escalada patrimonial y societaria.

Su hijo Juan Domingo Tomás, por ejemplo, es socio del empresario del juego Sebastián Omar Mautone en MYE Agroganadera S.A., un apellido ligado a casinos, bingos y operaciones millonarias. La red Mautone incluye vínculos con figuras de peso como Carlos Tévez, operadores judiciales y empresarios ligados al entretenimiento.

Por su parte, María Eva Magalí Espinoza, la hija del intendente, es cofundadora de Lids Comunicaciones SA, una empresa calificada como “fantasma”: sin página web, sin teléfonos, sin actividad visible, pero que facturó cientos de miles de pesos mensuales al Colegio de Odontólogos bonaerense por supuestos servicios publicitarios que nunca existieron, según denunciaron ex autoridades del organismo.

La propia empresa tenía como empleadas únicamente a María Eva y Nancy Mare, esposa del intendente y flamante presidenta de Serpejal SA.

Fernando Espinoza junto a su esposa Nancy Mare y sus hijos María Eva Magalí y Juan Domingo Tomás.

Además, María Eva mantiene sociedad con Nadia Laura Serra, actual directora de Comunicación Institucional del Grupo Werthein y considerada una operadora clave del círculo de Santiago Caputo, cerebro comunicacional del gobierno de Javier Milei. Serra, asociada a consultoras ligadas a campañas, blindajes mediáticos y facturación estatal a través de intermediarios, figura como pieza estratégica entre empresas, medios y política.

Lejos de retraerse ante la exposición pública, el círculo íntimo del intendente continúa ampliando su estructura económica. Serpejal SA aparece ahora como la puerta de entrada al negocio alimenticio, un sector históricamente lucrativo en la provincia de Buenos Aires y particularmente en municipios con grandes volúmenes de compra estatal.

Mientras Espinoza se defiende en la Justicia de la causa de abuso sexual de Melody Rakauskas, su familia multiplica sociedades, alianzas y operaciones en rubros que van desde el juego y la comunicación hasta la alimentación. Y aunque él lo niegue, el entramado empresarial que lo rodea crece a la misma velocidad que las sospechas. (www.REALPOLITIK.com.ar)