7 de diciembre de 2025 | Legislativas
“La jornada de la jura fue de lo que se vio, bastante peor. Muy violenta, muy agresiva y además muy armada”, relató Jimena López, quien vivió por segunda vez una asunción en la Cámara de Diputados de la Nación. A diferencia de su primera experiencia, destacó que esta vez el clima fue “hostil” y marcado por los insultos. “A mí particularmente no me gritaron, pero a muchos compañeros sí. Se caía el parlamento de gritos e insultos mientras hablaban en el micrófono. Fue realmente difícil porque era un acto protocolar, un acto institucional”, expresó.
En ese sentido, López manifestó su rechazo al nivel de violencia ejercido contra legisladores de distintos bloques: “No me da lo mismo que insulten a un compañero veterano de Malvinas, que ataquen por el pasado a otra compañera o que maltraten a un diputado que es hijo de desaparecidos. Fue una falta total de respeto”. Además, cuestionó la pasividad de las autoridades de la Cámara: “Todo parecía un circo, no había orden. Fue muy lamentable, más aún porque había familiares y nuestros hijos presenciando todo”.
Con la convocatoria al período de sesiones extraordinarias, la diputada anticipó debates clave impulsados por el gobierno nacional, como la reforma del Código Penal, la reforma laboral y un nuevo blanqueo de capitales bajo la denominación de “Inocencia Fiscal”. “También se va a volver a discutir el presupuesto. El gobierno necesita engrosar reservas porque hoy no hay nada”, advirtió.
Consultada sobre las fugas de legisladores hacia el oficialismo, especialmente en algunas provincias, López fue clara: “Hay veces que esas fugas son inevitables porque responden a los mandatos de los gobernadores. Nosotros seguimos siendo casi la mitad del Congreso de la Nación Argentina y no podemos olvidarnos de eso”. En ese marco, sostuvo: “Yo pierdo con las botas puestas. Hay que dar pelea, dar la discusión técnica, porque ellos plantean debates muy vacíos. No se trata de me gusta o no me gusta, se trata de que se trastocan intereses de la ciudadanía”.
Respecto a la reforma laboral, sorprendió con una postura abierta al debate: “Yo defiendo discutir la reforma laboral. El mundo del trabajo no es el mismo que hace cuarenta o cincuenta años. Lo que no acepto es una discusión infantil o sin sustento. El peronismo tiene muy buenos cuadros técnicos para dar un debate serio”.
También alertó sobre los cambios en el Código Penal y su impacto, especialmente en las mujeres. “Uno de los puntos habla del fraude en la cuota alimentaria. En la letra chica, termina penalizando a las mujeres que administran esa cuota para la vida cotidiana de sus hijos. Eso es gravísimo porque convierte un derecho en una figura penal”, remarcó. Y agregó: “¿Quién se va a animar ahora a reclamar una cuota alimentaria si corre el riesgo de ser criminalizada?”.
En relación al rol de la oposición, López subrayó: “Nuestra obligación es tener un Congreso hacia afuera. No hablarle solo a la política, sino a la ciudadanía. Explicar la letra chica, hacer pedagogía. Estas decisiones no pasan por peronismo o antiperonismo, nos van a tocar a todos”.
En este sentido, sostuvo que es imprescindible recuperar el contacto directo con la gente: “Hay que volver a la plaza, al club, a la unidad básica, a los grupos de vecinos. Sentarnos cara a cara y explicar qué significa realmente cada proyecto”. Y añadió: “Perder una elección no implica dejar de ser responsables. Yo represento al 40 por ciento que me votó, pero también a los que no lo hicieron”.
Sobre la situación económica y la relación con el Fondo Monetario Internacional, la diputada consideró que el gobierno es “un alumno brillante del FMI” y que cumplirá cada una de sus exigencias. “No tenemos reservas. El FMI va a exigir acumulación y seguramente veremos nuevos blanqueos, toma de deuda o medidas para recaudar”, afirmó.
Finalmente, se refirió al debate interno del peronismo de cara al futuro: “Tenemos que recomponer el panperonismo, pensar hacia dónde vamos y cómo nos reconectamos con nuestra ciudadanía. Somos diversos, pero tenemos muchos puntos en común. Hay que dejar algunos egoísmos de lado”. Y concluyó: “Mi responsabilidad es discutir todo lo que tenga que discutir. Para eso estoy sentada en una banca. Si no, me voy a mi casa”. (www.REALPOLITIK.com.ar)