Al referirse a la conformación de un nuevo espacio radical dentro de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, María Alejandra Lordén explicó que se trata de un reordenamiento natural tras las elecciones legislativas: “Diría que hay una conformación de un bloque de tres radicales, los tres tenemos ascendencia y acompañamiento de nuestros intendentes y, por supuesto, varios intendentes más”.
A su vez, planteó que la división del bloque no responde a un conflicto personal, sino a diferencias en la estrategia parlamentaria: “No pudimos llegar a una síntesis de la estrategia legislativa, de lo que queríamos conformar para adelante, y entonces, más que hablar de ruptura, te diría de nueva composición”. Lordén se mostró autocrítica ante el presente del radicalismo: “Todos tenemos los pies sobre la tierra de la crisis que está atravesando nuestro partido, y a veces en esas crisis hay voces distintas y es difícil una síntesis cuando faltan también líderes del comité nacional”.
En ese marco, aclaró que la bancada radical se mantiene independiente del oficialismo nacional y provincial: “Somos oposición a los dos gobiernos, al provincial y al nacional”. Sin embargo, sostuvo que esa oposición no impide acompañar políticas necesarias, como ocurrió recientemente con el financiamiento solicitado por Axel Kicillof: “Le dimos esa herramienta sin ser del gobierno de Kicillof”.
Y marcó límites claros cuando se trata de defender derechos esenciales: “Cuando hubo que decir que no y que defendemos al hospital Garrahan, o cuando hubo que decir que no porque defendemos la universidad pública gratuita para todos los argentinos, ahí también el radicalismo se planta”. Sobre el proyecto que permite a docentes restringir el uso del celular en las aulas, Lordén afirmó que se trata de una discusión necesaria: “El celular hoy tiene más información que el docente… es un elemento que compila muchísima más información que un humano”.
Aun así, subrayó que su uso debe ser estrictamente pedagógico: “El celular como herramienta de trabajo, sí. El celular como elemento distractivo, no”. Y apuntó a un desafío central: “El alumno tiene que saber que cuando entra con el celular al aula es una herramienta de trabajo, no es algo para chatear con su chica o con su chico”.
Lordén, médica de profesión, profundizó sobre la polémica por la imposibilidad de que los médicos continúen ejerciendo una vez jubilados: “Los médicos, al jubilarse, el colegio de médico les quita la matrícula y con eso no pueden trabajar de médicos más.” Esto genera un fuerte perjuicio económico: “Se jubila y tiene una jubilación pequeña que no alcanza a ser ni un tercio, ni un cuarto, ni un quinto de lo que gana haciendo dos o tres trabajos”.
Y además afecta la calidad del sistema de salud: “Le quitamos la posibilidad a muchos pacientes de ver a su médico porque tiene 60 años o porque tiene 65 y le han quitado la matrícula”. La diputada impulsa una modificación del artículo 47 de la Ley 12.207 para permitir que los médicos puedan continuar trabajando y aportando: “El médico podrá, después de jubilarse, continuar trabajando aportando ese 5 por ciento a la caja”. No obstante, reconoció que el proyecto está demorado: “Todavía no se empezó a tratar en la primera comisión”.
Lordén remarcó que permitir que algunos médicos sigan trabajando también ayudaría a atender el déficit profesional: “Nos está faltando una masa médica que podría estar. Si falta algo en la provincia de Buenos Aires son médicos.” Al ser consultada sobre la negativa del Colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires, sostuvo: “Tal vez cuando uno llega a ciertos lugares como autoridad del colegio o de la caja se olvida un poco de por qué ingresó ahí”. (www.REALPOLITIK.com.ar)