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El partido de Carlos Tejedor vio formalmente la luz el 3 de enero de 1905, pero su historia se remonta varias décadas atrás, en medio de la lucha por extender las fronteras de una Argentina que hacia 1870 empezaba a expandirse y modernizarse.
El partido de Carlos Tejedor vio formalmente la luz el 3 de enero de 1905, pero su historia se remonta varias décadas atrás, en medio de la lucha por extender las fronteras de una Argentina que hacia 1870 empezaba a expandirse y modernizarse.
Por entonces, las tierras del actual partido estaban habitadas por el cacique Pincen y su tribu, en constante conflicto con el gobierno nacional y provincial. En 1874 se construyó en la zona la primera avanzadilla del ejército nacional, el Fortín Comandante Heredia. Y en 1876 Adolfo Alsina, ministro de Guerra de la Nación, encomendó al general Conrado Villegas extender y consolidar la línea de frontera en aquella región.
En 1878 Alsina falleció, siendo reemplazado por un joven militar tucumano: Julio Argentino Roca. Éste abandonó las tácticas defensivas de su antecesor y empezó una fuerte ofensiva. Trabó amistad con Villegas y lo sumó a su “Campaña al Desierto”, para someter la pampa virgen y conquistar las tierras poseídas por los indígenas.
Así, para 1879, ya estaba completa la conquista del oeste de la actual provincia de Buenos Aires. Se procedió a su reparto y ocupación, con loteos y extendiendo vías férreas y de telégrafos.
En 1889, don Alberto H. Almirón inició su emprendimiento de la colonia agrícola Don Alberto y fue tal la afluencia de colonos que decidió fundar un pueblo en el ejido de su tierra. Por su iniciativa, existía para 1903 una estación de ferrocarril oeste llamada Flora y Fertilidad, alrededor de la cual se proyectó el trazado del nuevo pueblo, aprobado el 9 de enero de 1904.
Cuando al año siguiente se inauguró la nueva obra, creando al partido, se impuso el nombre de Carlos Tejedor (1817-1903) en honor al poeta, escritor, estadista y legislador, ex gobernador provincial, candidato presidencial en 1880 y autor del primer código penal de la Nación, promulgado en 1886.
Tras la fundación, nuevas familias de pioneros insuflaron una nueva vida en el pueblo y en la región y la proverbial riqueza de su suelo fue la mies que alimentó a la gran ciudad de Buenos Aires, entre otras urbes del país.
Una intensa vida social y cultural se combinaba con el fervor de su gente y la laboriosidad de un pueblo que puso su grano de arena siempre por el avance de nuestra Nación. Al llegar el siglo XXI, Carlos Tejedor y su pueblo están de pie y siembran un mejor futuro, con la semilla de los sueños de tantas generaciones que lo hicieron su hogar. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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