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En una anterior investigación de REALPOLITIK, se hizo mención a los estrechos vínculos políticos y familiares que unen a los integrantes del directorio de la Fundación Convivir y funcionarios del gobierno de Cambiemos.
En una anterior investigación de REALPOLITIK, se hizo mención a los estrechos vínculos políticos y familiares que unen a los integrantes del directorio de la Fundación Convivir y funcionarios del gobierno de Cambiemos.
En aquel entonces, se colocó la lupa sobre Roberto Canay, actual subsecretario de Prevención, Capacitación y Asistencia de las Adicciones quien, tomando el riesgo de ser acusado por incompatibilidad en la función pública, desempeña en paralelo funciones de asesoramiento para la Fundación Convivir en el desarrollo de diversos proyectos. Además, la fundación abonaría los honorarios de Canay a través de su esposa, Mariana Maiztegui, también integrante del consejo directivo de la polémica fundación.
En consecuencia, la Comisión de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico de la cámara de Diputados aprobó un pedido de informes (expediente 4417-D-2016) al Poder Ejecutivo para que brinde explicaciones sobre la sospechosa influencia de la Fundación Convivir en esa secretaría de Estado.
Del mismo modo despierta miradas el nivel de financiamiento que la Fundación Convivir recibe del ministerio de Desarrollo Social de la ciudad de Buenos Aires, a través de los diferentes proyectos y programas que encabeza.
A modo de ejemplo y mencionando solo algunos de los programas que maneja la fundación, el Centro de Primera Infancia “Pulgarcito” recibe mensualmente 250 mil pesos de la subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y Comunitario del ministerio de Desarrollo Social. Lo mismo ocurre con el Centro de Integración para Mujeres “Casa Santa Clara”, que recibe otros 50 mil mensuales, y con el Dispositivo de Calle, para el cual se destinan más de 100 mil mensuales.
La situación se volvió insostenible para el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, que no tuvo otra salida que intensificar los controles sobre estos programas, poniendo la lupa en la rendición de cuentas por parte de la ONG.
A esta situación se le sumó, en octubre de 2014, el asesinato de Gonzalo Reynoso, de 16 años, durante un incidente con otro chico que vivía en el parador “La Boquita”, perteneciente a la Fundación Convivir.
A pesar de los numerosos vínculos entre los miembros de la fundación y funcionarios de Cambiemos, la ausencia de la explicación exigida por la cámara de Diputados y el asesinato de Reynoso, el flujo de fondos del gobierno hacia la Fundación Convivir continúa, por el momento, inalterable. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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