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Cuenta la leyenda que William Randolph Hearst, el infame propietario del New York Journal que, a fuerza de prácticas bochornosas, dio a luz el término “periodismo amarillo”. Tal fue el caso durante las últimas horas de este miércoles, cuando todo tipo de rumores sobre la salud de Gerónimo “Momo” Venegas comenzó a circular tras bambalinas...
Cuenta la leyenda que William Randolph Hearst, el infame propietario del New York Journal que, a fuerza de prácticas bochornosas, dio a luz el término “periodismo amarillo” (llamado así por el color de las hojas de dicho periódico), le pagaba a los vagabundos para que se tiren de un puente o se dejen arrollar por un vehículo a una determinada hora, y coordinaba con sus periodistas para que sean ellos quienes obtengan la primicia.
Esta obsesión por la primicia continúa hoy, casi un siglo después, y a través de prácticas que dejarían con la boca abierta al mismísimo Hearst. En la era de la tecnología y la voracidad de lectores que, celular en mano, obtienen las noticias en tiempo real, cada vez que ocurre algo de importancia los medios de comunicación se lanzan en estampida en la búsqueda de la primicia. La mayoría de las veces, cometiendo groseros errores y propiciando más a la desinformación de la sociedad que al verdadero rol del periodismo.
Tal fue el caso durante las últimas horas de este miércoles, cuando todo tipo de rumores sobre la salud de Gerónimo “Momo” Venegas comenzó a circular tras bambalinas. El periódico Ámbito Financiero se apresuró a titular “Murió el sindicalista “Momo” Venegas”, aclarando que la noticia había sido confirmada desde la CGT. En una línea similar se movieron medios de escaso rigor periodístico, como InfoCielo (“Último momento: Falleció el dirigente sindical Gerónimo “Momo” Venegas”).
Un caso aparte fue el de la prensa de la agrupación Sindical Federal, que en su Twitter publicó que había fallecido el “Momo” Venegas, y aprovecharon la ocasión para golpear la figura del dirigente agregando que era “la pata sindical” de Mauricio Macri y aliado de las patronales agrarias. Cuando un usuario de la red social les reclamó que confirmen la información, los improvisados sindicalistas publicaron una insólita respuesta: “Bueno, puede que no haya muerto. Pero todo lo demás es cierto”. Increíble, pero real.
Mientras el periodismo, en manos de unos pocos inadaptados, escribía otra página burlesca de su historia, familiares y amigos del dirigente de UATRE se apresuraron a aclarar que aun seguía vivo. Lo mismo publicó Saul Ubaldini desde su muro personal de Facebook. Incluso la famosa red Wikipedia lo dio por muerto, aunque pocos minutos después tuvo que rectificar la información.
Otro dato de color lo brindó el pintoresco Federico Pinedo, que con una notable cuota de solemnidad publicó en su Twitter personal: “Tristeza por la muerte del Momo Venegas. Trabajador, peronista, defensor de la ruralidad, buen compañero y corajudo. Abrazo a los suyos”. Esta mañana se seguían acumulando las burlas debajo de su publicación.
Por otro lado, desde el novel sindicato de SATHA (Sindicato Argentino de Trabajadores Horticultores y Agrarios) seguían el discurrir de las novedades con suma atención. Es éste un sindicato que recientemente obtuvo el permiso legal para comenzar a afiliar grandes cantidades de trabajadores y ser, de este modo, un rival firme de UATRE, que de fallecer el “Momo” perdería a su histórico y legendario líder. Dos duros golpes para UATRE, en la misma semana. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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