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17 de septiembre de 2017 | Política de medios

Informe REALPOLITIK

Las inundaciones, el inesperado eje de campaña de Cambiemos

A contramano de lo que esperaban sus costosos asesores, la campaña electoral del gobierno a dado un giro radical en el que la pelea ya no se desenvuelve contra Cristina Fernández de Kirchner, sino contra una letal combinación de frustraciones económicas y el agua.

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A contramano de lo que esperaban sus costosos asesores, la campaña electoral del gobierno a dado un giro radical en el que la pelea ya no se desenvuelve contra Cristina Fernández de Kirchner, sino contra una letal combinación de frustraciones económicas y el agua.

Las más de diez millones de hectáreas inundadas, que le costarán al país algo más de mil millones de dólares en pérdidas (unos 17 mil millones de pesos), ya están levantando polvareda incluso puertas adentro del partido. En la reunión del miércoles en el salón de usos múltiples de la Casa de Gobierno hubo acusaciones cruzadas. Leonardo Sarquís, ministro de Agroindustria, trató de deslindarse de responsabilidades recurriendo a la vieja y gastada estrategia de culpar al gobierno anterior. Afirmó que los gobiernos peronistas no cumplieron con las obras necesarias y que su objetivo era comenzar con la Etapa Cuatro de la Cuenca del Salado. El senador Patricio García le respondió que si el ministro puede empezar con la Etapa Cuatro, es porque antes hubo políticos que se ocuparon de llevar a cabo las Etapas Uno, Dos y Tres.

La cuestión, lejos de estar zanjada, se ha trasladado como un virus por los diferentes partidos de la región y ha infectado incluso a La Pampa, también afectada por el agua. El intendente de Rivadavia, Javier Reynoso, acusó al gobierno de La Pampa de avanzar con la construcción de canales clandestinos que derivan el agua hacia la provincia de Buenos Aires. Mientras el gobernador Carlos Verna ensayaba explicaciones, el diputado Manuel Mosca tensionaba cada vez más la relación con los intendentes opositores de la provincia de Buenos Aires. En su visita a Villarino, por ejemplo, se cruzó con el intendente massista Carlos Bevilacqua, a quien le pidió que acelere la ejecución de las obras del Fondo de Infraestructura Municipal porque "vemos en el seguimiento que hacemos, que hay obras que están en proceso de licitación pero que todavía no arrancaron".

En la reunión del viernes en el Hipódromo de San Isidro, las inundaciones fueron el tema central. Desde uno de los sectores, los jefes comunales del noroeste coincidieron en las dificultades que representan para las arcas municipales la baja recaudación derivada de la crisis hídrica que golpea a la región. El ministro Leonardo Sarquís, por su parte, les retrucó que “la emergencia está prevista dentro de la ley. Nosotros no pusimos las reglas. Cuando un distrito está dentro de la emergencia hídrica, le caben una serie de condiciones que incluyen un parate en los impuestos y en la deuda con los bancos estatales. No podemos hacer nada con respecto a eso”. Todos coincidieron, no obstante, en que si las obras que se están llevando a cabo logran llegar a buen puerto, en unos cinco años se podrán evitar estas situaciones.

El jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, intentó salvar las ropas pidiendo “no electoralizar las inundaciones” y “prestar atención al timbreo y a estar cerca de la gente en el conurbano bonaerense”. Por el momento, no tuvo demasiada suerte. (www.REALPOLITIK.com.ar)

 


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