Juan Grabois: “Falta alguien que sostenga con la firma lo que dice con la boca”

El referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre la reforma laboral y previsional que quiere implementar el gobierno nacional de Mauricio Macri. “Estamos pasando por un mal momento de la calidad institucional de la Argentina, y no es porque antes estábamos en el país de las maravillas”, aseguró.

A continuación, lo más destacado de la entrevista.

RP.- ¿Cuál es el reclamo que le hacen al gobierno?

Nosotros estamos participando, junto a varias organizaciones sociales y sindicales, en un reclamo principalmente por la reforma laboral. Es cierto que los puntos más críticos del borrador inicial los corrigieron, pero sigue siendo perjudicial para los derechos de los trabajadores, por eso no hay posibilidad de apoyarlo. Hay una parte, referida al blanqueo, ideológicamente cercana a la propuesta de “Don Carlos” en los ’90. Inicialmente no tiene nada de malo, pero otras cuestiones, como renunciar a ciertos derechos, son inaceptables. Entendemos que los dirigentes de la CGT intentaron mejorar ciertos puntos, pero no podemos dejar pasar esta serie de medidas que no mejoran las condiciones laborales.

RP.- ¿No cree que la CGT tenía que rechazar directamente la propuesta cuando Macri dijo tajantemente desde Estados Unidos que la reforma iba a avanzar “con o sin los dirigentes”?

No, tengo una lectura distinta. Yo no estoy de acuerdo con la reforma, que debería ser rechazada. Pero todo dirigente social, sindical o político, tiene la obligación de sentarse a negociar con el gobierno. Es cierto que el proyecto original tuvo retoques, pero hay algo más grave que la reforma laboral: la reforma previsional. Una estafa a los jubilados y los millones de niños que cobran la Asignación. Es un retroceso de los derechos de los sectores más vulnerados que, inclusive, no tienen representación dentro del estado, porque la CTEP no está cien por ciento reconocida. Es una reforma unilateral, aceptada, firmada y acordada por todos los gobernadores menos Alberto Rodríguez Saá, incluso respaldada por Alicia Kirchner. Legitimaron una enorme transferencia de recursos de los sectores más vulnerados a la burocracia provincial. Todavía no encontramos explicaciones de por qué se aceptaron, desde los gobiernos provinciales, este dinero arrebatado a los niños, jubilados y pensionados.

RP.- ¿El objetivo es recortarle salario a los jubilados, conforme a la fórmula de Pichetto, achicando la caja de la Anses?

Sí, a los jubilados y los niños, los sectores más vulnerados. Acá todos se están equivocando, no sólo desde el gobierno que no está defendiendo los intereses del pueblo que lo votó, sino también desde la oposición que acepta y convalida una serie de reformas que en realidad son ajustes sobre los más pobres. Estamos entrando en una crisis de representatividad, porque falta alguien que se pare para la tribuna y sostenga con la firma lo que dice con la boca. Yo entiendo que hay una crisis económica en Santa Cruz, que puede haber existido un mecanismo extorsivo para que una provincia opositora tenga que firmar, pero hay que tener coraje para decir “me están extorsionando”. Sé que es complejo, pero hay una transferencia de recursos enorme desde los sectores más desfavorecidos. Ese dinero, ¿qué otro destino mejor tendría si no es a los más pobres? No sé qué cosa extraordinaria harían, más que actos de campaña. Es inconcebible que la clase política, casi de manera unánime, acepte institucionalmente éstas medidas. Después mediáticamente dicen otra cosa.

RP.- ¿Cree que hay temor por parte de la clase política?

Sí, hay un temor muy explícito. Antes había una apriete con la chequera, ahora se hace con los carpetazos, los servicios de inteligencia y los procesos judiciales. Ese mecanismo fascista, de hacer política a base del miedo, va a terminar mal porque es insostenible. Estamos pasando por un mal momento de la calidad institucional de la Argentina, y no es porque antes estábamos en el país de las maravillas. Estamos claramente peor, hay un nivel de desinformación muy grande. Tenemos dos jóvenes asesinados por las fuerzas de seguridad, justificados por los medios de comunicación y el gobierno por la existencia de un grupo terrorista llamado Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), que no existe. Si ellos se creen su propia mentira, este espiral de violencia se va a profundizar. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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