Tragicómico: Cuestionan al estado por la creación de un sinfín de cargos inentendibles

De las muchas cosas que el gobierno de Cambiemos le cuestionó al kirchnerismo, la creación de cargos innecesarios para acomodar amigos fue una de las más fuertes. No obstante ello, pareciera que una vez en el poder, la tentación de inventar nuevas áreas con nombres rimbombantes e ininteligibles para cargos igualmente obsoletos les resulta irresistible.

De este modo, Marcos Peña no tuvo otra opción que crear el cargo de “subdirector general de Gestión Informática de la Dirección General de Gestión Informática de la Subsecretaría de Coordinación del ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda”. Más insólito aun, mientras se creaba este cargo se contrataba a un “servicio de asesoría en Instalación Electromecánica”. No un instalador, sino una persona que “asesore” al instalador. Su costo, 150 mil pesos.

Pocos segundos después, el jefe de Gabinete se despachó con un “director nacional de Coordinación Institucional Provincial, de la Subsecretaría de Relaciones con las Provincias de la secretaría de las Provincias del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Viviendas”. Si alguien sabe a qué se dedica, que se lo diga a Dario Roberto Chicco, que aun no aprendió a pronunciar su nuevo cargo.

Un poco más insólito aun fue el cargo creado por el presidente de la Nación, Mauricio Macri: “jefe de Unidad de Despacho y Mesa de Entradas de la Dirección de Comunicación y Servicios a Usuarios de la dirección Nacional del Registro de Dominios de Internet de la subsecretaría Técnica de la secretaría Legal y Técnica de la Presidencia de la Nación”. Como no estaban seguros de lo que debía hacer este futuro jefe, por las dudas contrataron a un licenciado, el señor Patricio Rodolfo Giampaoli.

El ministro de Modernización, Andrés Ibarra, no se quiso quedar atrás, y creó el cargo de “director de la Dirección de Sistemas de Documentación Electrónica de la Dirección Nacional de Gestión Territorial de la Subsecretaría de Gestión Administrativa de la Secretaría de Modernización Administrativa del ministerio de Modernización”. Esto ocurrió al mismo tiempo que Oscar Aguad, ministro de Defensa, inventaba el rol de “director de Coordinación de la Dirección General de Administración para la Logística dependiente de la Subsecretaría del Servicio Logístico de la Defensa de la Secretaría de Servicios Logísticos para la Defensa y Coordinación Militar en Emergencias del ministerio de Defensa”. No hay ningún error. Es así como se lee.

En la misma semana en que el ministro de Cultura, Enrique Avogadro, le otorgó 398 mil pesos a la revista Transas, Ibarra volvió a la carga con la creación del cargo de “director de la Dirección de Proyectos de Áreas Económicas y Productivas de la Dirección Nacional de Procesos, Calidad y Eficiencia de Gestión de la secretaría de Gestión e Innovación Pública del ministerio de Modernización”.

En la misma línea, se han creado literalmente cientos de cargos de este tipo, que carecen de explicación genuina. Hay incluso algunos que, de tan redundantes, resultan insólitos. Por ejemplo, el polémico Sergio Bergman, el rabino que iba a los cócteles vestido de planta de marihuana, creó la “dirección de Impacto Ambiental y Social de la dirección nacional de Desarrollo Sustentable de la Subsecretaría de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la Secretaría de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, del ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable”. El muchacho encargado de tallar las plaquetas de bronce para estos despachos se acaba de ganar la lotería. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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