La novela del bono de 500 mil pesos del ministro Etchevehere terminó apenas con un tirón de orejas

En paralelo al inicio de su gestión, trascendidos periodísticos revelaron que el ministro de Agroindustria nacional, Luis Miguel Etchevehere, cobró un bono de 500 mil pesos de su ex empleador, la Sociedad Rural Argentina. El funcionario reclamó esta suma a la comisión directiva de la entidad, que en votación dividida aceptó pagar.

Los motivos de esta solicitud varían de acuerdo al cristal con que se mire. Según el ministro, ese monto corresponde a una “liquidación final” por sus servicios prestados, pero también se levantaron voces que entendían que el dinero era una especie de lucro cesante mientras el funcionario esperaba cobrar su primer sueldo.

Pero más allá del motivo que llevó a Etchevehere a solicitar el bono, se desató una tormenta en dos frentes. Por un lado, significó el primer escándalo para el entonces recién asumido ministro, que sufrió fuertes cuestionamientos por esta actitud, incluso de su hermana Dolores, que ventiló problemas familiares vinculados a presuntos manejos económicos pocos claros en varios medios de alcance nacional.

En paralelo, la votación para aprobar el bono generó una fractura en el seno de la comisión directiva, que en un duro comunicado se pronunció al respecto. “Pensamos que este pago -bono, bonificación- va en contra del espíritu de la SRA, es un pésimo ejemplo, un pésimo antecedente, que no sólo afecta el buen nombre y honor de la Sociedad Rural Argentina, sino que afecta al sector campo”, advirtieron.

Al momento de la votación, quienes no estaban de acuerdo enfrentaron un dilema: ¿cuáles serían las consecuencias de pronunciarse en contra de un ministro favorito del presidente Mauricio Macri? La votación fue favorable al ministro, pero no unánime. Por 14 votos contra 11, el entrerriano impuso su voluntad.

El escándalo alcanzó ribetes de tal magnitud, que el ministro se vio obligado a devolver este dinero. El anuncio lo hizo a través de su cuenta de Twitter, pero esta situación no impidió que Etchevehere captara la atención de la Oficina Anticorrupción, que empezó a avanzar en un dictamen.

En estos días, se conoció el dictamen del organismo encabezado por Laura Alonso. Según la OA, “la percepción por parte del ministro de Agroindustria de la retribución excepcional de pesos quinientos mil ($ 500.000) aprobada por la Sociedad Rural Argentina, no resultó acorde con las pautas y deberes de comportamiento contenidos en las normas sobre ética pública”.

La postura de la OA es un ejemplo más de la postura de Cambiemos frente a funcionarios propios envueltos en escándalos: protección y blindaje. El organismo recordó “al Sr Ministro su deber de abstenerse de intervenir en ejercicio de la gestión pública, en cuestiones particularmente relacionadas con la Sociedad Rural Argentina”.

En un tono casi paternal, el dictamen de Anticorrupción recomendó que “en caso que se presente una situación de este tipo, el Ministro deberá comunicar su excusación al señor Presidente a fin de que designe qué funcionario deberá intervenir en su reemplazo”.

Esta situación muestra la doble vara del oficialismo en relación al desempeño de la función pública. Para los políticos de la gestión anterior, escarnio público con el apoyo de los principales medios de comunicación. Para situaciones similares, pero en sus propias filas, protección oficial y silencio mediático. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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