Alfonsín respaldó a Meijide tras sus dichos sobre Astiz: “Se debe hacer lo que diga la ley”

El dirigente de la Unión Cívica Radical (UCR), Ricardo Alfonsín, visitó los estudios de RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) y habló sobre la situación económica del país en un momento en el que su partido plantea tensiones con las otras fuerzas políticas que integran Cambiemos. “Necesitamos incidir más en las decisiones del gobierno”, aseguró.

A continuación, lo más destacado de la entrevista.

RP.- ¿A qué se debe el recorrido que está desarrollando por el país?

Me invitan los radicales que quieren saber qué pienso respecto a la actualidad de la Unión Cívica Radical. Nosotros no formamos parte del gobierno, sino de Cambiemos, y eso implica que quien gobierna es el Pro, aunque somos responsables de lo que haga en su gestión porque formamos parte del armado electoral en su momento. Sin embargo, algunos se ve que se olvidaron de eso.

RP.- ¿Se arrepiente del armado con Mauricio Macri?

En su momento, en la convención, no voté porque no formaba parte. No obstante, hay que acatar lo que se dijo en la misma. Yo estaba más cerca de otra idea que era construir algo más amplio. En ese entonces se reunieron fuerzas que en un momento histórico particular estaban cerca pero porque había que terminar con el atropello institucional que implicaba el kirchnerismo.

RP.- ¿Por qué no juntarse con fuerzas que piensan igual?

Eso es lo que digo yo, por eso estoy trabajando desde ahora en ese sentido. Como desaparecieron las razones que nos unieron, debemos rediscutir las condiciones de la alianza para juntarnos con los que pensamos igual y enfrentar a los que pensamos distinto.

RP.- ¿Qué tiene de cierto que está trabajando en una fuerza política de cara a 2019?

Necesitamos una fuerza de centro izquierda, pero no sé de dónde sale la idea que se habla específicamente del 2019. Yo no voy solo a un distrito, me invitan porque muchos radicales comparten estas preocupaciones, sobre todo, cuál es la mejor manera de colaborar en Cambiemos. Tenemos que pensar de qué manera somos más útiles, por eso debemos generar un mecanismo para discutir las decisiones de gobierno, principalmente, porque creo que a muchos radicales les faltó coraje para debatir algunas cuestiones.

RP.- ¿Tiene diálogo con la Casa Rosada?

No, y no corresponde. No me desagrada comunicarme con otros dirigentes políticos, pero me interesa mucho más escuchar a la gente. Si queremos ayudar al gobierno debemos influir más en las decisiones, no desesperarnos por cargos. Creo que de esta manera no se hubiera decidido el tema de las mineras, las tarifas o el mega DNU que tanto me sorprendió porque pasó por el Congreso. En ese caso no opinamos para nada, sólo nos anoticiamos, y eso se lo reprocho a mi partido, no sólo a la conducción, sino a todos los que tienen responsabilidades importantes. Al parecer, es más cómodo callarse la boca.

RP.- ¿No habló con Macri?

Yo al presidente no lo jorobo, he hablado con dirigentes del Pro, sobre todo por el tema del dólar futuro. Tenemos que ser serios y no decir cosas que no son ciertas. Yo critico decisiones del gobierno, pero con posicionamientos que, hasta hace dos años, eran constitutivos de mi partido.

RP.- ¿Techint intervino en el quiebre de Unen porque quería a Macri?

No, pero un día voy a escribir un libro para decir qué actores incidieron en el linchamiento de Unen, porque la mayoría sigue actuando. Luego de salir segundos a nivel nacional en 2013, una semana antes de una gran presentación en el teatro Broadway ya en el 2014, Elisa Carrió empezó a hablar de meterlo a Mauricio Macri, y ella puede influir mucho en la opinión pública.

RP.- ¿Qué le dice la gente en los pueblos?

En general nos dice que necesitamos incidir más en las decisiones de gobierno. La variedad de partidos en Cambiemos representa la variedad de electores, pero no dialogamos puertas adentro porque el propio partido renunció a hacerlo. El radicalismo, shockeado por formar parte de un frente sin ser hegemónico, no está haciendo lo que corresponde. Creo, personalmente, que faltó conducción en el partido, por eso digo que yo soy uno de los que más colaboró con Cambiemos, porque mientras tanto, otros se dedicaron a trabajar en su carrera política.

Yo me apoyo en Gualeguaychú, no estoy en contra de esa convención, sino que pido que se cumpla lo acordado en ella. Se han designado jueces de la Corte Suprema por decreto, ¿quién pensaría que respaldaríamos algo así? Lo mismo que con la rebaja a los jubilados. Yo me acuerdo que, incluso, criticamos mucho la política minera porque es muy mala económica, ambiental y fiscalmente. Ellos creen que es lo mejor para el país, pero para mí no. En su momento, Ernesto Sanz también aclaró que iba a ser una unión entre partidos que piensan distinto, pero el trato no era bajo estas condiciones.

RP.- ¿Hubo una convención partidaria en Mendoza donde cantaron contra el presidente?

No era una convención, era un lugar donde se entregaban diplomas a diputados electos, de diversos espacios políticos.

RP.- Guillermo Bernaudo, nuevo secretario de relaciones institucionales del Pro, criticó duramente la actitud de diputados radicales que quieren separarse de Cambienos, ¿qué opinión le merece?

No sé bien lo que ha ocurrido con esos diputados, pero le pediría que seamos respetuosos, porque yo no me atrevo a hablar de otros partidos. Cada uno hace política de manera diferente.

En el orden nacional, está el bloque de la Unión Cívica Radical, del Pro y de la Coalición Cívica, porque esa metodología puede mejorar la relación entre las fuerzas.

RP.- ¿Cree que algún ministro del presidente tendría que haber renunciado?

Con el tema de las off-shore, hubiera convocado a los funcionarios para preguntarles todos los detalles y, si me quedan dudas, les pediría que se vayan para que sigan dando explicaciones en la Justicia.

Yo critiqué mucho a Patricia Bullrich porque la política en materia de seguridad es muy peligrosa, y eso se ve en el caso Chocobar. Todos coincidimos en que el Estado se debe ajustar a la ley, por eso es grave el respaldo que recibió el efectivo por parte del presidente que, aunque no haya sido su intención, resulta muy peligroso. En el Proceso, estas prácticas también eran muy toleradas cuando las fuerzas se enfrentaban a las organizaciones armadas.

RP.- ¿Qué implica la domiciliaria de Alfredo Astiz luego que Graciela Fernández Meijide diga que se lo debe mandar a la casa “con pulsera electrónica”?

Yo creo que se debe hacer lo que diga la ley, a mí no me gusta ver sufrir a nadie, pero no me gusta que se relativicen algunos hechos históricos, por ejemplo, el levantamiento Cara Pintada. Y eso pasó cuando Aldo Rico desfiló por la 9 de julio tan campantemente. Lo mismo con lo que dijo Nicolás Massot respecto a Sudáfrica y la reconciliación. No tiene idea lo que se hizo allá, porque en ese caso hubo arrepentimiento, mientras acá, todavía estamos averiguando sobre los chicos secuestrados. La sociedad está preocupada por las jubilaciones, por el empleo, por el futuro de sus hijos y esos son los problemas que deben ocuparnos.

RP.- ¿Qué similitudes encuentra entre el gobierno de su padre y el de Cristina Fernández?

Yo creo que no hubo equivalencias en términos institucionales. Un día la presidenta dijo en el Congreso que el Justicialismo tuvo un déficit democrático pero creo que se equivoca, porque me parece que ese déficit es republicano. Nosotros somos el partido de la república y el de la justicia social, tanto como el peronismo, pero hay que ver qué quieren algunos correligionarios que sólo reposan en lo republicano y no tanto en construir un país más justo.

Hoy en día, se milita más la herramienta electoral que el conjunto de ideas. Me parece que se han invertido lo principal y lo accesorio, por eso no quise ser candidato por un partido que no quiere plantear disidencias.

RP.- Usted sigue avalando el espacio Cambiemos…

Mi principal responsabilidad no es evitar que el partido no pague costos, sino que Cambiemos se equivoque lo menos posible, y eso se hace desde adentro, señalando diferencias cuando sea necesario. Cambiemos va a ganar o va a perder las elecciones según las decisiones que tome.

RP.- ¿Le hubiese gustado ser presidente?

Sí, por supuesto, de hecho todavía no lo descarto. En el 2001 parecía que el partido desaparecía, y con mucha razón. No obstante, en la elección que me presenté sacamos casi 3 millones de votos. Aunque, en la última, apenas sacamos 600 mil, pero no creo que sea por mi cara bonita, sino por el posicionamiento claro del partido.

RP.- ¿Qué consejo cree que le daría hoy su padre?

Estoy seguro que me diría “hacé lo que estás haciendo”. No me atrevo a decir qué hubiese hecho mi padre en Gualeguaychú como intentan algunos, por eso creo que deberían ser más respetuosos. Estoy seguro que en estos años él, como presidente de la UCR, no hubiera dejado que pase todo lo que pasó. Capaz también me diría que no me haga tanta mala sangre, pero me duele lo que pasa porque los correligionarios son como mi familia. Aunque algo que me enoja mucho son algunas insinuaciones a clausurar las internas electorales, algo que está respaldado por nuestro estatuto partidario. Por eso prohibirlas, sería muy grave (www.REALPOLITIK.com.ar)

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