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10 de abril de 2018 | Provincia

Panorama REALPOLITIK

Caos en el ministerio de Salud: Scarsi trasladará a los empleados a CUCAIBA y pondrá molinetes

Además, el ministro Andrés Scarsi ya anticipó que aprovechará la ausencia de los empleados para instaurar un sistema de molinetes, tarjetas y datos biométricos en el ministerio, dado que sospecha que muchos de los trabajadores no cumplen con el horario estipulado.

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La organización y el trabajo planeado, en el ministerio de Salud brillan por su ausencia. Falto de conocimiento en la materia que le toca en suerte administrar, el ministro bonaerense Andrés Scarsi se bambolea entre una decisión apresurada y otra en el afán de llegar a buen puerto, tomando caminos insólitos como el de contratar a un detective privado a 77 mil pesos mensuales, atender desde la sede del Bapro en Capital Federal o tener trabajadores encadenados en los pasillos como forma de protesta. Todo vale en un ministerio en el que todo es lo que parece.

Sumergido en un naufragio evitable, entre gallos y medianoches su círculo íntimo, tan poco versado en materia de salud como el propio Scarsi, determinó que se gastará una multimillonaria suma en la remodelación de algunas oficinas del ministerio. Para ello, se aplicará un insólito procedimiento que implica trasladar a todos los empleados afectados a tales reformas en combis hasta el Centro Único Coordinador de Ablación e Implante de la provincia de Buenos Aires (CUCAIBA). De este modo, se gastará otra abultada suma en ir a buscar a todos los trabajadores hasta la sede de 17 y 51 y llevarlos hasta 129 entre 51 y 53 en el Dique de Ensenada.

Como un papelonezco plus, los empleados que serán trasladados a las 8.00 y a las 16.00 de vuelta, no podrán retirarse ni tomarse un descanso en el medio. Además, el ministro Andrés Scarsi ya anticipó que aprovechará la ausencia de los empleados para instaurar un sistema de molinetes, tarjetas y datos biométricos en el ministerio, dado que sospecha que muchos de los trabajadores no cumplen con el horario estipulado. Por un motivo similar habría contratado, algunas semanas atrás, a Fernando Maximiliano Sanchotena, un ignoto detective privado.

Más allá de lo insólito de las medidas tomadas por el mandamás de la salud en la provincia de Buenos Aires, cabe preguntarse cómo tiene pensado pagar por todo ello, dado que el sistema SIGAF aun brilla por su ausencia y los proveedores, en su inmensa mayoría, no reciben un solo pago desde el mes de diciembre de 2018. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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