Papelón: Lacunza hizo mal los números del decreto que reduce los impuestos

La relación entre el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza, y la gobernadora María Eugenia Vidal atraviesa el que posiblemente sea su peor momento. Paradojas de la vida política, el traspié ocurrió justo en el momento en el que el licenciado en Economía pensó que iba a cosechar más elogios.

Cuando la gobernadora firmó el decreto que reduce una parte de los impuestos provinciales en las tarifas de electricidad y gas, Lacunza escuchó sonar las campanas de su victoria. Después de todo, había sido él quien acercó el ambicioso proyecto, que se proponía destrozar la resistencia que aún le queda a la gobernadora Vidal en algunos sectores de la provincia.

En rigor de los mismos, la electricidad pasaría a costar un 15.7 por ciento menos. De ese porcentaje, un 5.3 fue reducido por la Legislatura, mientras que el 10.4 restante surgió del decreto 351/18, ya publicado en el Boletín Oficial.

Aun no se había bajado la gobernadora de su atril cuando le avisaron a Lacunza que comenzaban a llover las primeras críticas. Los impuestos que acababa de eliminar la gobernadora ya habían sido quitados en el año 2016 y vueltos a implementar en el 2017 luego de una batalla en la Justicia, con lo que el supuesto “esfuerzo” de la provincia no era más que un obedecer la sentencia del tribunal en lo Contencioso Administrativo de Pergamino, que había obligado a la provincia a abstenerse de cobrar los impuestos que surgen del decreto ley provincial 7290 y el 9038. Entonces, muchos se preguntaron si Lacunza cometió un error o simplemente supuso que nadie lo notaría.

El ministro de Economía, que con su estilo frío y calculador supo ser el brazo armado de la ejecución de recortes en la provincia de Buenos Aires, aquel a quien no le tembló la mano al cerrar escuelas para bajar el gasto, ahora se encontraba en aprietos. Eso no es todo, acorde a allegados a la gobernación, los asesores contables y financieros deslizaron la idea de que Lacunza hizo "mal las cuentas", y que el recorte será mucho más difícil de afrontar para las arcas provinciales de lo que se había estipulado en un principio. Incluso, aunque suene vergonzoso, no se descarta una marcha atrás.

De más está decir que el momento no es el mejor para el ministro de Economía. Hace ya un tiempo que se distanció del jefe de Gabinete provincial, Federico Salvai, quien fuera un amigo cercano de Lacunza. Puertas adentro del palacio de calle 6, no son pocos los que creen que la relación entre ambos se dañó a raíz de la ambición desmedida de lograr el favoritismo de la gobernadora. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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