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4 de mayo de 2018 | Finanzas

Claves de la semana REALPOLITIK

La revolución tarifaria: Breve historia de cómo se gestaron los aumentos

Lo cierto es que el gobierno aún no ha terminado de normalizar el atraso tarifario que viene de la gestión anterior, aunque ya ha recorrido la mayor parte del camino. Se puede estimar que luego de esta ronda de aumentos, al menos en cuanto a la tarifa eléctrica y de gas, solo quedaría un nuevo shock de precios.

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por:
Diego Morzone y Lucía Pérez Mariezcurrena

Es muy probable que estos meses que transita el gobierno de Mauricio Macri terminen siendo los más difíciles de su gestión. El motivo, entendido como malestar social, al contrario de lo que siempre se pensó, no es por despidos o quitas de planes, que se mantienen, al igual que las tarifas sociales y regionales, sino por el retiro del estado de las boletas dejando el lugar a los consumidores. Las tarifas de servicios generales son y han sido en los últimos años responsables de una parte muy importante del déficit mensual que tiene el gobierno, además de ser un factor inflacionario y una fuente de erosión del apoyo de la población. Durante las últimas semanas, la oposición intentó llevar el tema a la cámara sin éxito, pero enrareciendo aun más el clima, donde también en la calle hubo muestras de protesta.

Se puede entender que una suba inicial importante hubiera sido catastrófica, pero se advierte que una suba importante extendida en el tiempo y con sensación de eterna, también puede ser calamitosa.

Estudiando el caso argentino se advierte que, regionalmente, el consumo es superior al de otros países de la región. También se advierte que si el precio de la energía es vil o casi gratuito como lo fue hasta fin del 2015, el consumo aumenta desproporcionadamente, eso en un contexto donde las empresas no pueden invertir lleva a cortes permanentes y mayor deterioro de la red.

Lo cierto es que el gobierno aún no ha terminado de normalizar el atraso tarifario que viene de la gestión anterior, aunque ya ha recorrido la mayor parte del camino. Se puede estimar que luego de esta ronda de aumentos, al menos en cuanto a la tarifa eléctrica y de gas, solo quedaría un nuevo shock de precios y luego, los aumentos acompañarían al incremento de precios promedio de la economía, es decir que no subirían más que la inflación general.

Para dar contexto al escenario tarifario con el cual se encontró el gobierno en diciembre de 2015 vemos lo dispar de la evolución de la inflación general, la evolución promedio de los salarios y la evolución del costo de la generación de energía eléctrica. También se supo recientemente que en el final de 2015 había dos planes para poner en práctica frente a la problemática del rotundo atraso tarifario. El plan que ganó la pulseada, impuesto por Juan José Aranguren, hoy está siendo revisado por Mauricio Macri para darle un punto final y pasar a un esquema distinto.

Es altamente probable que los ajustes sean cada vez menores o quizás hayan finalizado.

En 15 años la inflación acumuló aumentos de casi un 1.300 por ciento y los salarios un 1.600p por ciento. El precio que se pagaba en Capital Federal por consumo de electricidad solo aumentó un 15 por ciento y lo que pagaba un usuario por ejemplo en la provincia de Entre Ríos aumentó un 328 por ciento. Es decir que el precio pagado fue congelado como decisión política o tuvo aumentos mínimos frente a lo que aumentaron todos los precios de la economía. Al mismo tiempo, el costo de generación de energía consumida se incrementó muy por encima del promedio de inflación. Como consecuencia del aumento general de precios y por el incremento de los commodities en dólares a nivel internacional, la generación de energía eléctrica en el mismo período aumentó casi un 2.300 por ciento. Es decir que la brecha entre el precio que se pagaba por consumir y lo que necesitaba la oferta para generar esa energía fue cada vez mayor. Parte de esta brecha fue cubierta con subsidios del Estado, y llegaron a representar un 5 por ciento del PBI en el año 2015, y otra parte no se cubrió y pasó a desincentivar la inversión en el sector.

LA REALIDAD, POR SOBRE TODO

Lo expresado es una breve y sucinta historia que devela como logra Argentina pasar de ser un país exportador de energía (en el año 2006 se exportaron 6.000 millones de dólares por este concepto) a ser un país importador (llegando a importar más de 10.000 millones de dólares), y el consumo promedio de los hogares pasó a ser dos veces mayor que lo que ocurre en países vecinos, como Uruguay y Chile.

Al llegar al gobierno, el nuevo equipo económico comenzó a regularizar la situación de forma gradual pero de manera continua, esto es el actual esquema de Aranguren, con el objetivo de cerrar el déficit fiscal generado y con el objetivo de dar las señales de precios necesarias para recuperar la inversión en el sector y detener el crecimiento de las importaciones de energía, hoy  la salida del estado nacional de la boleta se va completando pero la presión sobre los consumidores parece estar al límite, tal vez el gobierno opte por centrar esfuerzos en detener la inflación como prioridad, ya que sin ello por mas que se quiera los precios de las tarifas nunca lograrán llegar a un punto de convergencia. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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Tarifazo, Juan José Aranguren

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