De espaldas a la crisis, el gobierno continúa creando decenas de cargos absurdos e inentendibles

Al asumir, el presidente Mauricio Macri aseguró que el estado se encontraba sobredimensionado. “Es imposible subsistir, ni hablar de crecer, con un estado que gasta más de lo que cobra”, aseguró con simpleza. Su lógica, inapelable, fue aceptada a regañadientes por miles de trabajadores que ejercían su empleo en la administración pública y que, de un día para el otro, se quedaron en la calle.

Telegramas de despido, contratos no renovados, traslados insólitos, pases en comisión impracticables, todo fue lícito a la hora de achicar una estructura estatal evidentemente deficitaria. Acompañó la movida un escenario de crisis que le dio verosimilitud, que la justificó con un marco apocalíptico. ¿Cómo no achicar el estado si la provincia debe endeudarse más de lo que lo hizo en toda su historia para llegar a fin de mes? ¿Cómo no despedir trabajadores ociosos si no hay plata para aumentarle el sueldo a los docentes? En tanto, la inflación traicionó la promesa de campaña de Macri y dejó al 15 por ciento anual en el olvido.

Existe, no obstante, una estrategia paralela, oculta, que resulta anacrónica a todo lo relatado en los párrafos anteriores. Mientras la deuda crece a la par de la inflación y los trabajadores del estado son despedidos de a miles, el gobierno nacional crea cargos a mansalva, indiscriminadamente. Secretarías inexplicables, asesores de naderías, nombramientos enigmáticos y cargos absurdos, creados de a cientos, en una forma compulsiva que llegó al extremo de llenar 60 carillas del Boletín Oficial con estos nombres que nadie conoce pero que cobran sueldos de hasta 205 mil pesos mensuales. ¿Quiénes son? ¿Cuál es su preparación? ¿Qué los hace tan necesarios? Nadie lo sabe, la respuesta no pareciera encontrarse en ningún lado.

Sólo en los últimos diez días, desde la usina de Cambiemos han surgido algunos de los siguientes cargos: Consultoría en movilidad eléctrica para la Dirección General de Planificación de la Movilidad del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Encargado de Relevamiento de Plazas y Parques, Director de Orientación y Formación Profesional de la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Director Nacional de Análisis Microeconómico de la Subsecretaría de Programación Microeconómica de la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Hacienda, Directora Nacional de Desarrollo Institucional Productivo de la Secretaría de Integración Productiva del Ministerio de Producción, Director de Orientación y Formación Profesional de la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y la Directora de Producción General de Casas de Contenidos Federales de la Secretaría de Contenidos Públicos del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Cada una de estas direcciones implica destinarles un espacio físico, muebles, computadoras, presupuesto, y cientos de miles de pesos mensuales en taxis, remises, alimentos y bebidas, que son cubiertas totalmente por el gobierno de Cambiemos.

Todo esto se suma a la directora de Movilidad en Bicicleta, a los asesores de 103 mil pesos mensuales de Laura Alonso, los 15 asesores de hasta 243 mil pesos mensuales cada uno de Juan Curutchet, presidente del Banco Provincia y a los cientos de miles de millones gastados desde el 2015 hasta la actualidad en aceite de oliva, helado, Coca Cola, gaseosas light, hongos, taxis y remises de las diferentes oficinas del estado. La crisis, para Cambiemos, la tiene el otro. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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