En la Fiesta de Vino, Jorge Nedela demostró su preocupación por la crisis cantando boleros

El municipio de Berisso se encuentra atravesando, más allá de toda duda, uno de los peores momentos de su historia. La crisis que atraviesan aquellos que cometieron la osadía de proveer a la ciudad vecina a La Plata ahora rezan por el pago de sus expedientes, los trabajadores municipales se unen en una lucha sin cuartel por un aumento digno, cuya sola respuesta por parte del intendente Jorge Nedela fue: “El mejor acuerdo al que podemos llegar es aquel que después podamos pagar”.

Pocos días después de aquella frase célebre, el mandamás se despachó con un básico de 5 mil pesos para los trabajadores del municipio, al mismo tiempo que fijó su salario en 333 mil pesos mensuales. De este modo, el humilde docente que era Nedela fue tocado con la varita mágica de la política para transformarse en un flamante millonario.  

Completamente absorto a la crisis que envuelve a su gestión, el intendente Nedela asistió a la Fiesta del Vino de Berisso a catar algunas uvas y marinarlas con una suculenta cena que a todas luces no pareciera necesitar. Entrada la noche, animado por el espirituoso clima de fiesta, se subió al escenario a entonar unos boleros.

Mientras los municipales de su distrito se organizaban en búsqueda de una respuesta que parecieran no encontrar, el intendente se animaba a los éxitos de Armando Manzanero y, ausente a complicaciones que permanecen ajenas a quien gana cifras millonarias anualmente, encaró al público y, envalentonado, les gritó: “¡Ahora canten conmigo! ¿Se acuerdan la letra?”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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