Mientras Espinoza manejaba la caja del PJ, su esposa Nancy Mare veía crecer su parque automotor

Fernando Espinoza entre 2005 y 2015 manejó una de las cajas más grandes de la provincia de Buenos Aires, la de La Matanza, el municipio más populoso del Conurbano. En 2013 sumado a esto Espinoza tuvo también en sus manos el manejo del Partido Justicialista, al que había arribado de la mano de su mentor, el ex vice gobernador Alberto Balestrini.

Este breve recorrido sólo sirve para ilustrar el crecimiento en paralelo que tuvo la fortuna de su esposa Nancy Mare, quien en pocos años paso de tener un Peugeot 306 a cuatro vehículos de alta gama que suman unos 5 millones de pesos.

En 2007, apenas dos años después de que Tomás Fernando Espinoza arribara por primera vez a la intendencia de La Matanza, Mare declaraba tener un Peugeot 306 modelo 1996. Cuando este terminó el mandato, la mujer que en la AFIP figura como monotributista, ya había adquirido su primera 4X4, una Ford Ranger Modelo 2007.

En junio de 2013, Mare declaró una nueva transferencia por una camioneta de la misma marca, una Ranger 4X4 XLT 3.0. Dos meses después, la mujer adquirió también una Ford Eco Sport Titanium, valuada en unos 800 mil pesos.

Al final de ese año, Espinoza asumió además la titularidad del Partido Justicialista bonaerense, en reemplazo de la sobrina nieta de Eva Perón, María Cristina Álvarez Rodríguez. Mientras tanto Nancy Mare pasaba por tercera vez por la concesionaria, en esta ocasión adquirió una camioneta Volkswagen Amarok 4X4 por más de un millón de pesos.

El crecimiento del parque automotor de la mujer del intendente, quien paradójicamente había arribado al mundo de la política como chofer de su predecesor, continuó creciendo en los años venideros. En junio de 2015 Nancy Mare incorporó a la flota de autos de alta gama un Peugeot 208 Feline, valuado en unos 600 mil pesos.

La nueva adquisición coincidió con las denuncias por desvíos millonarios del presupuesto del municipio que manejaba Fernando Espinoza. El escándalo que llegó al Tribunal de Cuentas de la provincia, se desató cuando el vicepresidente del Concejo Deliberante de La Matanza, Fernando Asencio, denunció el desvió de cerca de 3 mil millones de pesos.

“El presupuesto general de ese año era 3200 millones, pero se gastaron 6500”, las cuentas no cerraban y había dudas sobre unos 143 gastos puntuales que sumaban unos 2800 millones, y que habrían sido destinados al financiamiento de la campaña electoral que promovía la fórmula Domínguez –Espinoza y que finalmente fracasó en las PASO. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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