Trabajadores de la Salud bonaerense, preocupados por la falta de mantenimiento de la sede platense

El edificio central del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires vive una suerte de caída libre ante la desidia de un Andrés Scarsi que hace agua por diferentes sectores.

En este caso, REALPOLITIK pudo saber que las condiciones de seguridad e higiene del inmueble ubicado en 53 entre 17 y 18 de la ciudad de La Plata dejan mucho que desear con matafuegos vencidos, mampostería arruinada y serias deficiencias en su tendido de red eléctrica que no sólo funciona mal, sino que es muy peligroso para los empleados que realizan tareas diarias en el lugar.

Las imágenes son elocuentes y casi que no necesitan descripción alguna para darse cuenta que ha existido un desmanejo durante toda la gestión de María Eugenia Vidal en lo que es el área de Salud bonaerense. El fallido paso de Zulma Ortiz y la estadía actual de Scarsi muestran serias falencias a la hora de gestionar lo público de manera eficaz y eficiente.

Los ascensores que presentan un peligro importante con verificaciones que son firmadas y nadie sabe si realmente se hicieron o no, puertas que no cierran o se traban por el movimiento de un edificio antiguo que nunca fue mantenido como corresponde, suciedad digna de una obra en constante construcción y abundante caca de palomas por los patios, son algunas de la quejas de los propios empleados.

Ante esto, Scarsi sigue sin aparecer en su despacho echando por tierra esa parábola que dice que el ejemplo se da a arriba hacia abajo. Sin presentismo que mantener, el ministro rara vez es encontrado en su oficina y como consecuencia los trámites continúan atrasándose como es el caso de los retiros voluntarios a los que accedieron desde aquella cartera varios agentes y que hoy aún no han podido beneficiarse con la opción que desde el área de recursos humanos bonaerense tanto desean.

Con este panorama que ensordece cualquier explicación razonable, cualquier persona puede entender ante esta situación por qué hoy los hospitales están como están, con una falta continua de insumos, una infraestructura totalmente dañada y una variada dificultad de encontrar profesionales que decidan trabajar en el interior bonaerense. A quienes se animan a decir que lo que sucede es digno del sciolismo más profundo que supo administrar los destinos de la provincia más grande del país y que Cambiemos lejos de fagocitarlo lo replicó. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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