Saintout: “Yo no creo que en el Encuentro Nacional de Mujeres puedan estar los dos pañuelos juntos”

La diputada provincial por Unidad Ciudadana dialogó con Radio REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre al lanzamiento del ateneo Néstor Kirchner que se llevó adelante el día lunes en el club Atenas y contó con el acompañamiento del líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. “La ciudad de La Plata es un municipio que a tres años del gobierno de Garro está en todas las esferas peor de lo que estaba”.

RP.- ¿Qué rol va a tener el ateneo Néstor Kirchner en La Plata?

Nosotros lo planteamos claramente el otro día cuando lo lanzamos, el Ateneo es un espacio que nuclea a varias agrupaciones de la ciudad de La Plata, son más de treinta agrupaciones que tienen como función la construcción política con las puertas abiertas al que se quiera sumar, también al que construye otros espacios; y que necesariamente tenemos que encontrarnos en la militancia para enfrentar al gobierno de Garro, al de Vidal y al de Macri. Tenemos que construir una alternativa porque estamos convencidos de que estos gobiernos neoliberales traen mucho dolor a sus pueblos.

La ciudad de La Plata es un municipio que a tres años del gobierno de Garro está en todas las esferas peor de lo que estaba y fíjense que nosotros hemos tenido muchas críticas a los gobiernos anteriores, lo digo desde lo personal; y vemos que en estos tres años todo ha empeorado en la ciudad.

Entonces tenemos que organizarnos, tenemos que unirnos, tenemos que ser inteligentes y muy comprometidos con la creación de una alternativa. Porque uno no puede señalar solamente lo que está mal; sino decir cómo se tienen que hacer las cosas. Y el ateneo está en esa dirección con las puertas abiertas. Es una herramienta que nos permite articular con espacios distintos en la ciudad de La Plata.

RP.- ¿Qué le pareció a nivel comunicacional la denuncia de abuso que hicieron las actrices argentinas?

En Argentina estamos asistiendo a un proceso de transformación muy grande en lo que tiene que ver materia de género, con libertades, con emancipaciones muy grandes. Yo te diría que es revolucionario. Se ha dado sobre luchas históricas desde hace muchísimos años de diferentes maneras, los feminismos en la región en gran parte del mundo como en la Argentina han comenzado a pisar fuerte. Lo que pasa es que en estos últimos años se ha profundizado, se ha hecho visible, se ha derramado sobre todas las esferas de la vida y bienvenido sea. 

Eso por supuesto que genera que las relaciones se trastoquen, incluso en algunos que los ven con buenos ojos a veces genera incomodidades. Hay situaciones en las que uno no tiene ningún tipo de conflicto en lo más mínimo, ni tiene dudas y sabe muy bien dónde tiene que pararse.

Ustedes saben que he podido definirme como feminista y luchar contra el machismo desde hace muchísimos años. Y hoy es momento de interpelarnos entre nosotros y con los varones, frente a algunas cuestiones que aún no sabemos cómo pararnos.

Hay que escuchar mucho nuestras intuiciones, hay que aprender y desaprender algunas cuestiones que sabíamos. Me parece que es un momento muy rico, transversal a todas las esferas y que en la política atrae también a muchos movimientos.

RP.- Se está comenzando a diagramar el Encuentro Nacional de Mujeres que el año que viene será en La Plata y se armó un debate en torno a la convivencia entre pañuelos celestes y pañuelos verdes. ¿Cree que del encuentro deben participar los pañuelos celestes?

Claramente que yo soy de las mujeres que llevan el pañuelo verde y creo que es muy difícil una convivencia sin discusión, sin conflicto, porque hay lugares donde se autoexcluyen, sobre todo cuando no hay ninguna pregunta sobre el otro.

A mí me pasa como militante que voy a muchos lugares en donde hay mujeres que no piensan lo mismo que yo, se oponen a la legalización del aborto por sus experiencias de vida, por sus creencias, porque tal vez no han dado algunos debates que otras hemos podido dar hasta porque hemos accedido a otros lugares que ellas no han accedido.

Y yo estoy convencida de que eso hay que respetarlo. Pero respetarlo no desde el lugar de “seguí en la tuya y no me importa lo que hacés”. Respetar es poder juntarnos y respetar experiencias de vida, de historias e incluso poder defender lo que uno cree, no en términos de guerra sino poder defenderlo dando argumentos, escuchando.

Entonces yo no voy a renunciar a lo que creo, porque creo en lo que creo porque creo que es mejor. Y me parece que es necesario que las mujeres podamos decidir, eso nos hace libres y permite que muchas otras mujeres -generalmente mujeres más humildes- pierdan su vida por practicarse un aborto clandestino.

Pero también creo que eso no debe ser una imposición a la fuerza y la negación del espacio de otra. Entonces eso nos plantea un desafío enorme a las mujeres que llevamos el pañuelo verde en la militancia y no podemos cerrarnos entre nosotras.

Yo no creo que en el encuentro puedan estar los dos pañuelos juntos. No lo creo porque el movimiento de mujeres es un movimiento que levanta un pañuelo, que se hace una pregunta y que levanta un puente para abrazar a otra. Pero el movimiento de mujeres es muy amplio, tienen muchas tradiciones y va a haber que discutirlo mucho y de la mejor manera, atendiendo al principio de sororidad. Aprendiendo que hay mujeres que hoy sufren mucho y que necesitan claramente del empuje emancipador de las que llevamos el pañuelo verde.

Y nosotros necesitamos poder sumarlas, escucharlas y estar con ellas. Sino seríamos solamente un movimiento testimonial y lo que queremos es transformar el mundo en el que vivimos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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