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6 de enero de 2019 | Nacionales

Fuego amigo en Cambiemos

Carrió irrumpe contra Macri en Buenos Aires, Córdoba y Río Negro

La experiencia demuestra que cuando “Lilita” Carrió cierra algún tipo de acuerdo político, ahí mismo se inicia la cuenta regresiva para la ruptura. A lo largo de su extensa trayectoria, la diputada chaqueña participó de, y luego intentó destruir, la UCR, el ARI y por ahora viene sobreviviendo la Coalición Cívica...

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Y mejor no hablar de sus alianzas, y de las extemporáneas rupturas de esas alianzas. La última de ellas hasta ahora la sufrió el pobre Pino Solanas, que vio cómo ante sus ojos “Lilita" pasaba súbitamente de ser opositora a aliada de Mauricio Macri, y, si creemos en sus propias palabras, a “hacerlo presidente”.

Durante casi tres años Macri soportó estoicamente los estallidos de Carrió, y trató de desarticularlos con actitudes de una humanidad insospechada en el presidente. En su entorno se escuchaban opiniones diversas, desde Durán Barba y Marcos Peña Braun que le aconsejaban romper de una vez con esta anarquista burguesa, y otros que, más tolerantes, insistían en que Carrió expresaba los valores republicanos de Cambiemos y que le confería cierta matriz ética al gobierno en medio de sus desaciertos constantes.

Pero tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Desde el momento en que el gobierno se puso de rodillas ante el FMI, y le entregó el manejo de la economía para evitar ser desplazado por una asamblea legislativa, Carrió se mostró cada vez más distante, casi rupturista. Reiteradamente afirmó que “había dejado de confiar en Mauricio Macri” y que el problema no era ya únicamente su entorno, sino el propio presidente. De a poco, Carrió volvió a ver en Mauricio a aquel al que denunció por contrabando de autopartes a principios de la década de 1990, y no ya al líder republicano y modernizador que describió en su propio relato. 

Algunos actores cercanos a “Lilita” tratan de rebajar un poco los decibeles de una caracterización muy difundida, que la presenta como temperamental e instintiva en sus decisiones, por lo que resulta un elemento adverso al armado de cualquier proyecto que trascienda la corta duración. Por el contrario, señalan que lo que fue alejando a Carrió de Macri fue su permanente desplazamiento del proceso de toma de decisiones dentro de Cambiemos. Por más que luchó por integrarse a la mesa chica, nunca lo consiguió. Y, para peor, de sus chispazos y choques con el gobierno, sólo consiguió quedar más en la periferia.

El pasado jueves, el presidente de la Coalición Cívica cordobesa, Gregorio Hernández Maqueda, denunció un pacto secreto entre Macri y el gobernador Juan Schiaretti, por el cual ambos se apoyarían mutuamente en las próximas elecciones de renovación de sus cargos que deberán afrontar este año. "Tengo mis serias sospechas -afirmó- de que el presidente Macri no tiene verdadero interés en derrotar al gobernador Schiaretti en la provincia. Este acuerdo podría ser a cambio de mantener dividido al peronismo nacional para aumentar así las posibilidades de reelección del presidente”.

Hernández Maqueda afirmó que, para ello, Cambiemos fijaría fecha de la interna para un par de días antes del cierre de presentación de listas, por lo que los márgenes temporales para instalar a los candidatos sería mínimo. El lilito fue aún más allá, afirmando que “el candidato de Macri en Córdoba es Juan Schiaretti” y, si bien la mayoría cree que es así, se sospecha también que esta denuncia extemporánea fue motivada por la decisión de la Justicia Electoral de suspender la personería jurídica a la Coalición Cívica, por lo que sus candidatos deberían competir en una eventual interna de Cambiemos por los pocos lugares que se dispongan para los “independientes”.

Si las declaraciones de Hernández Maqueda hicieron cierto ruido dentro de Cambiemos, se confiaba en que las cosas quedarían allí. Nada de eso. Este viernes, el diputado provincial marplatense de la Coalición Cívica, Guillermo Castello, manifestó su tajante oposición al desdoblamiento de fechas electorales en la provincia de Buenos Aires, con el argumento de que “la gente puede sospechar”. Y agregó: "Yo digo que está bien que se separen las elecciones provinciales de las nacionales porque se pone más el foco en cuestiones locales y el debate se hace mucho más circunscripto a las necesidades la gente, pero no sé si es el mejor momento en un año electoral”.

Sin embargo, Castello no fue el único en cuestionar la estrategia electoral de Cambiemos desde la Coalición Cívica. En la provincia de Río Negro, el lilito Javier Acevedo, con apoyo explícito de su jefa, explicitó la decisión partidaria de ponerse a la cabeza de la oposición a la re-reelección de Alberto Weretilnek como gobernador. "No hay nada más claro que el artículo 175 -destacó Acevedo-, pero si la discusión está centrada en si puede o no ir por la 're-re', estamos trabajando para presentar una declaración de certeza ante la Justicia Electoral, tema que tratamos con ‘Lilita’ cuando estuvimos con ella en Exaltación de la Cruz y nos pidió ir por ese camino”.

Si bien la constitución provincial es clara en cuanto a la negativa a permitir tres mandatos seguidos de un mismo actor político, la inexistencia de un candidato sólido de Cambiemos, capacitado para imponerse en la provincia, llevó al presidente Mauricio Macri a intentar una estrategia de seducción con el “Brujo”, similar en algunos aspectos a la denunciada en el caso de Schiaretti

Las balas de Carrió parecen haber impactado en la línea de flotación de Cambiemos. A punto tal que, este mismo viernes a la noche, el gobierno nacional anunció la designación del lilito Jaime Mecikovsky en la nueva dirección de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo. Un tiempo atrás, “Lilita” había tratado de promover a Mecikovsky como miembro de la Corte Suprema, aunque sus esfuerzos resultaron en vano. Hoy, en el marco de la tormenta de denuncias de la Coalición sobre la estrategia electoral de Cambiemos, la chaqueña recibió un importante gesto de acercamiento de parte del gobierno nacional. Lo que no queda en claro es si se conformará con esto, o profundizará su ofensiva para mantener su posicionamiento como opositora racional y constructiva al interior de la alianza gobernante. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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Elisa Carrió

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