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6 de junio de 2019 | Nacionales

Un barco sin timón

El gobierno le prendió una vela a Servini de Cubría, pero la jueza apagó la llama

La política argentina tiene una dinámica tan acelerada e indescifrable, que resulta muy difícil prever un desarrollo lógico de los acontecimientos. Lo que parece una jugada ganadora puede convertirse, sin que medie ninguna explicación razonable, en la clave de una derrota. 

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por:
Alberto Lettieri

Los ejemplos sobran. La postulación de Cristina como vice, por ejemplo, terminó estabilizando al mercado y dando tranquilidad a los inversores extranjeros. En lo inmediato, parece haber jugado a favor del gobierno que levantó un poco sus alicaídos números. ¿Quién sabe qué deparará al fin de la contienda electoral? 

Otro caso paradójico es el del decreto del presidente Mauricio Macri que impidió la presentación de listas colectoras. En su momento pareció una jugada magistral para impedir que varias listas abrevaran en la boleta superior del Frente Patriótico, hasta que el gobierno advirtió que necesitaba ofrecer su propia boleta provincial a otras fuerzas políticas para derrotar a la unidad del peronismo. Y ahí apareció el dilema de cómo hacer para que ese decreto quedara anulado sin hacer un papelón de proporciones. 

Para peor, la incidencia de la norma no sólo afecta a los intereses de Cambiemos en Buenos Aires, sino también, por ejemplo, en Jujuy. En esa provincia, Gerardo Morales consiguió alzarse con la gobernación en 2015 gracias al aporte de varias listas colectoras, ya que su propia lista sumó menos votos que la del FPV. ¿Le alcanzarían ahora sólo los votos propios para reelegir?

Para evitar el papelón que significa sancionar una norma para perjudicar a la oposición, y luego remplazarla por otra que sostiene lo inverso, sólo porque la jugada salió mal, para un gobierno que se dice republicano y respetuoso de la ley, Cambiemos confiaba en que la jueza Electoral María Servini de Cubría le daría una mano con un fallo de inconstitucionalidad en respuesta a las impugnaciones presentadas. 

Sin embargo, la jueza ya rechazó tres presentaciones realizadas en los tribunales porteños, y la Justicia santiagueña hizo lo propio con una cuarta. Todavía queda pendiente una cuestión de competencia entre los tribunales porteños y santafesinos, pero hasta ahora la posición de los magistrados ha sido bastante clara y uniforme. 

En caso de que la Justicia continúe resistiendo las presiones de las autoridades, al gobierno sólo le quedaría la opción de reemplazar un decreto por otro. Y medidas de este calibre, en medio de una elección reñida, podrían tener un alto costo.

O tal vez no. Ya sabemos: estamos en la Argentina. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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