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30 de junio de 2019 | Nacionales

Entrevista REALPOLITIK.FM

Liliana Franco: “El gran mérito de Intratables fue reflejar cómo es nuestra dirigencia”

La periodista Liliana Franco dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre los entretelones en el traspaso de mando entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner. Además comentó de qué se trata su nuevo libro “Los secretos de la Casa Rosada”: “Hay anécdotas desde la época de Raúl Alfonsín”.

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por:
Fernanda Navamuel

La periodista Liliana Franco dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre los entretelones en el traspaso de mando entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner. Además comentó de qué se trata su nuevo libro “Los secretos de la Casa Rosada”: “Hay anécdotas desde la época de Raúl Alfonsín”.

A continuación, lo más destacado de la entrevista.

RP.- ¿Cómo ha vivido la jornada del traspaso de mando entre Cristina Kirchner y el presidente Mauricio Macri, ¿qué es lo que se dice o no se dice de este entramado?

Estando en la Rosada te diría que no me sorprendió que Cristina Kirchner, en ese entonces la presidenta, no quisiera hacer el acto. Luego lo confiesa en su libro, para ella era como una rendición, como haberse rendido ante el enemigo. 

Entonces a mí, sinceramente, cuando ella empieza con los dimes y diretes sobre cómo iba a ser la ceremonia del traspaso, no me sorprendió porque veía el clima que había. Era como una reacción lógica.

 

Si usted piensa que ganó el enemigo, obviamente va a hacer todo lo que esté a su alcance para entorpecer esa rendición. 

Obviamente esto generó una serie de problemas de índole práctico que, sólo el personal tan eficiente de línea que siempre está, pudo subsanar. Porque la trasmisión de mando de un presidente a otro es un tema institucional, está asignado por el protocolo, hay una serie de requisitos. Si no cada presidente haría lo que le parece, es el acto más importante.

¿Sabe lo que lo observé con tantos años en la Casa Rosada? Que los presientes se olvidan que son los delegados del pueblo en la Casa Rosada, que ellos lo representan, ya no sólo al que los voto sino a todo el pueblo argentino y que, por lo tanto, su puesto, el más alto, merece una serie de consideraciones porque tiene que representar a todos. Muchas veces veo mucha confusión entre lo partidario y lo general.

El problema es que la asunción de un presidente significa que vengan presidentes de otros países, con todo lo que eso implica en la seguridad. Entonces, por ejemplo, en aquel entonces no se sabía dónde mandar las invitaciones, las embajadas de acá llamaban a ceremonial y les decían: “No tenemos instrucciones”. 

No sabe el caos que fue, porque en realidad las instrucciones las da el presidente que se va, entonces fue una cosa vergonzosa.

RP.- ¿Y cómo fueron esos primeros días de Mauricio Macri en Casa Rosada, cómo lo notó?

Yo escribí en mi libro “Secretos de la Casa Rosada” que la primera sensación que tuve fue de luz, no me malinterprete, digo literalmente luz. No estoy queriendo hacer ninguna metáfora porque lo primero que hizo el macrismo cuando entró fue abrir las puertas y las ventanas porque estaba muy cerrado todo. Entonces mi primera sensación es esa, de que había más luz.

La Casa Rosada de por sí no es muy luminosa, como todo edificio antiguo. Entonces que abran ventanas y puertas de despachos que estaban habitualmente cerrados te genera más luz, es literal lo que digo. Porque ya veo que me van a cruzar con que yo dije que Macri trajo luz. No, abrió las puertas y ventanas, entonces había más luz.

También sacaron las vallas porque nosotros los periodistas teníamos muy poco acceso a distintos lugares. Yo me acuerdo que saqué una foto incluso de las vallas a un costado, fue para mí todo un símbolo eso, como periodista hablo. Igual ahora ya volvieron a estar.

Empiezan a no querer tener mucho contacto con el periodismo generalmente cuando empiezan a ganar las elecciones de medio término, se sienten seguros. En realidad, cuando nos necesitan, nosotros somos muy amables, cuando se sienten seguros, dejamos de serlo. Pero ya sé que eso es así, son gajes del oficio.

Lo que sí tengo que decir es que este gobierno no levanta teléfonos para hablar con los jefes. Eso sí. Eso no lo hace y no es menor.

RP.- Con respecto a su libro “Secretos de la Casa Rosada”, si bien el título nos dice bastante, ¿con qué nos vamos a encontrar, qué hay ahí?

En ese libro hay anécdotas desde la época de Raúl Alfonsín hasta Mauricio Macri. De este último, sólo cuando el entró, después ya tuve que entregarlo.

Es como contar cuando se apaga la luz o se cierra la puerta o a los presidentes en chancletas, aunque objetivamente no vivan ahí.

A través de anécdotas se cuentan las distintas presidencias, con humor porque como en toda casa pasan cosas serias, divertidas, papelonezcas. Es un libro que cualquier persona puede leerlo, no es secuencial, si les interesa pueden leer las anécdotas de la época de Carlos Menem, el presidente más seductor que hubo sobre la tierra.

No es un libro que evalúa presidencias, si el lector lo que piensa es que va a leer un análisis político económico de cada una, no, para nada. No es un libro de historia en ese sentido.

Sí es un libro histórico en el sentido que refleja anécdotas reales que han ocurrido. Yo siempre cuento la más graciosa que me enteré haciendo el trabajo de investigación de este libro: durante muchos años hubo dos señoritas que atendían el famoso rubro 59,  en esa época -la de Carlos Menem- no había celulares. 

En una oficina perdida, en el segundo piso ponían avisos con el teléfono de la Casa Rosada, estuvieron años y, como siempre ocurre, las descubren de casualidad porque sonaba y sonaba el teléfono, no estaban las dos señoritas y pasó alguien que resultó ser una persona con cargo, harto de que sonara. El diálogo telefónico del cliente pidiendo los servicios y este jefe explicando que era de la Casa Rosas, era para alquilar balcones. Se imagina que esta persona no podía creer lo que estaba escuchando y además comprobar que era cierto, que el teléfono era correcto. 

RP.- ¿Qué le dejó Intratables, el paso por el programa?

Me dejó que la gente me conozca porque la gráfica es muy ingrata. Yo hace treinta y pico de años, casi cuarenta que vivo en el mismo barrio y cuando empecé a estar en Intratables todo el mundo decía: “¡Ay, es periodista!”. Sí, toda la vida lo fui.

Pero también me dejó una experiencia muy rica, muy intensa. Yo no hacía televisión y de la mano de Santiago Del Moro y de José Núñez, el primer productor, entré en ese mundo. En realidad yo caigo en Intratables absolutamente de casualidad.

RP.- ¿La invitan a participar de un programa y se quedó?

Bueno, les gusto. Después me volvieron a invitar y se ve que cada vez que hablaba, a la gente le parecía interesante o algo diferente. Claro, yo era un sapo distinto. El programa a mí me dejó muchísimo, no tengo más que palabras de agradecimiento al canal, a Santiago Del Moro, a la producción, aprendí mucho pero también creo que el programa marcó un hito en la forma de ver o debatir temas.

Yo creo que Intratables reflejó tan bien a la Argentina, en el sentido de que eran muchas voces opinando diferente pero se veía que en el fondo todos querían hablar y nadie quería escuchar. Yo creo que un poco les pasa eso a las dirigencias, no digo a la gente.

Por eso el programas tuvo el éxito que tuvo, porque de alguna manera uno estaba viendo lo que pasa, todos quieren hablar, todos tienen soluciones, propuestas, pero no escuchan al otro, así estamos… ¿No?.

Creo que fue el gran mérito de Intratables, reflejar cómo es nuestra dirigencia. (www.REALPOLITIK.com.ar)

 


*La entrevista se realizó en el marco del programa Rendición de Cuentas que se transmite de lunes a viernes de 10.00 a 12.00 por RADIO REALPOLITIK.


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