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El embajador de Suiza en la Argentina, Heinrich Schellenberg, dialogó con REALPOLITIK TELEVISIÓN (www.realpolitik.tel) sobre su labor como diplomático, el intercambio cultural con Argentina, el fútbol, su sistema político y las relaciones comerciales con el país.
El embajador de Suiza en la Argentina, Heinrich Schellenberg, dialogó con REALPOLITIK TELEVISIÓN (www.realpolitik.tel) sobre su labor como diplomático, el intercambio cultural con Argentina, el fútbol, su sistema político y las relaciones comerciales con el país. “Si nos hubiésemos involucrado en los conflictos de Europa, Suiza hubiera dejado de existir. Llegó un momento en el que nos dimos cuenta que la única forma de sobrevivir como nación era absteniéndonos”, aseguró.
A continuación, lo más destacado de la entrevista.
RP.- ¿Cómo es el día de un embajador suizo en Argentina?
Lo interesante de la profesión del diplomático es que no hay mucha rutina, los días son muy distintos. Normalmente por la mañana voy al trabajo, me informo de lo que está pasando, leo los periódicos, tengo reuniones internas con mis colaboradores para discutir los diferentes temas que estamos tratando y el resto del día varía muchísimo. Tenemos reuniones con empresarios, con autoridades argentinas para explicar temas de interés recíproco, etcétera.
El día termina normalmente muy tarde, porque hasta la noche tenemos compromisos. Para el trabajo del diplomático es muy importante relacionarse con los argentinos para tratar de comprender mejor el país y explicar Suiza a los argentinos. Es un trabajo enfocado a las relaciones sociales.
RP.- Hay celebraciones y festejos suizos en Argentina. ¿Cómo las viven? ¿Se siente la relación de amistad entre el pueblo argentino y su país?
Hay muchos argentinos de origen suizo que siguen cultivando esos vínculos con la patria lejana. Muchos de ellos llegaron hace más de un siglo, sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX, y fueron fundando pueblos. Llevan ya muchos años aquí, ya vamos por la tercera o cuarta generación, y siguen conservando el recuerdo de la patria lejana, de sus orígenes. Organizan todo tipo de eventos, con folklore suizo, música suiza, y para mí ha sido extraordinario ver este entusiasmo, alegría y amor por sus países. Están muy integrados en Argentina y al mismo tiempo siguen cultivando las tradiciones.
RP.- ¿Desde la embajada tienen proyectos para acercar ambas culturas?
Hay muchos proyectos que nacen en su mayoría de las colectividades. Por ejemplo, cuando se cumplieron los 700 años de la fundación de Suiza, muchos argentinos de origen suizo visitaron su país de origen.
RP.- ¿Cómo está compuesto su sistema político-electoral?
Tenemos un sistema político sui generis, bastante único en el mundo. Lo llamamos democracia semi-directa, es decir, el pueblo participa mediante la toma de decisiones mediante referendos e iniciativas populares. Cada tres meses vamos a votar, sobre temas concretos.
Normalmente un 50 por ciento participa, como votamos constantemente no todo el mundo está siempre ahí, participando de estos procesos. La juventud participa menos que los mayores, cuanto más mayor más participa.
RP.- Hay un sistema electrónico para votar allí con una aplicación…
El voto electrónico es algo que se está estudiando. Todo eso se maneja a nivel cantonal, entonces cada cantón organiza las votaciones. Cada cantón tiene diferentes enfoques en cuanto al voto electrónico, saben que ya han avanzado bastante, están tratando de manejarlo mediante este método, y hay otros que no lo han hecho todavía.
Lo que estamos viendo es que el tema de la seguridad y fiabilidad del voto electrónico es un punto problemático, el sistema no está blindado y mientras no encontremos una solución que garantice el buen funcionamiento no va a haber un voto electrónico generalizado.
Es una aplicación simplemente para mantenerse al día de lo que está pasando, pero no se puede votar con ella. Yo estaría muy contento si podemos votar de forma electrónica, sería más fácil, pero es cierto que hay ciertas inquietudes.
RP.- ¿Cuál es la relación con la Unión Europea?
Es muy estrecha. Es nuestro socio comercial más importante, más de la mitad de nuestro comercio es con la Unión Europea. En todos los ámbitos tenemos buena relación, con 120 acuerdos bilaterales. Entre otros, tenemos un acuerdo de libre circulación de personas, que permite a los ciudadanos europeos establecerse en Suiza y a los suizos en la Unión Europea. Los 120 acuerdos cubren muchos temas.
Es una relación que se está negociando constantemente. Ahora estamos mediando un acuerdo marco para darle otro tipo de continuidad, siempre estamos negociando algo, las relaciones son tan estrechas que hay muchas cosas que discutir y resolver.
RP.- Suiza es conocido por su neutralidad y el puente que genera con distintos países…
La neutralidad nace de la necesidad, es un instrumento de supervivencia. Un país multiétnico, multireligioso, confesional como Suiza, pues el reto es la cohesión del país. En Europa han habido muchos conflictos, muchas rivalidades y nosotros estamos a caballo entre Alemania, Francia, Italia. El suizo es en parte de habla alemana, en parte de habla francesa. Si nos hubiésemos involucrado en los conflictos de Europa, Suiza hubiera dejado de existir.
Llegó un momento en el que nos dimos cuenta que la única forma de sobrevivir como nación era absteniéndonos de todos los conflictos. Poco a poco hicimos de esa necesidad una virtud, no nos limitamos solamente a declararnos neutrales, porque puede ser recibido como cierto egoísmo, entonces desarrollamos una política de neutralidad activa. Ofrecemos nuestros buenos oficios para aliviar, mediar, representar a países que han roto relaciones diplomáticas con otros y hasta la fecha es algo que seguimos haciendo. Es una parte integrante de nuestra política exterior. No nos involucramos pero tratamos de jugar un papel constructivo y contribuir a la paz del mundo.
RP.- ¿Cuáles son los fuertes comerciales de Suiza?
Se nos identifica con los chocolates. Los relojes también son conocidos. Sin embargo lo que más exportamos hoy en día son productos farmacéuticos, constituyen el 45 por ciento de nuestras exportaciones al mundo. A Argentina, más del 60 por ciento de lo que exportamos son productos farmacéuticos.
La industria química es otra importante, máquinas, relojes y chocolates, que es una parte ínfima. También queso, que representa un poco de nuestras exportaciones. Exportamos más café que queso y chocolate juntos, no tenemos la materia prima, la importamos, la procesamos y la exportamos. Sobre todo el café en cápsulas, un negocio que va bastante bien, se produce en Suiza y se exporta a todo el mundo.
RP.- ¿Cómo es el armado político, el rol de la mujer en el mismo y la importancia de la variedad de idiomas?
En Suiza hacemos equilibrismo político constantemente. Como hay diferentes idiomas, confesiones, regiones distintas, tratamos de encontrar equilibrio. Nuestro gobierno tiene siete integrantes, que representan a cuatro partidos diferentes, regiones lingüísticas. Hay cuatro hombres y tres mujeres, para que todo el mundo se sienta representado, para que el ciudadano suizo se vea a sí mismo en el gobierno, que vea que todos participan de alguna forma. Eso le da legitimidad.
La figura presidencial, en comparación con otros países, es relativamente débil. Los siete en conjunto son como el presidente, tienen las atribuciones y toman las decisiones por votación. Uno de los siete es el presidente durante un año, que preside las reuniones del gobierno. Elegimos el Parlamento y luego elige a los siete integrantes del gobierno, que están cuatro años. Tenemos lo que denominamos la "fórmula mágica", que determina la composición partidista del gobierno.
Hay mucha continuidad política, en las elecciones no cambia tanto, algunos partidos se vuelven más fuertes y otros menos pero el panorama partidista es bastante estable. El Parlamento elige a los siete integrantes y entre ellos se reparten las carteras: Hacienda, Relaciones Exteriores, Defensa, Economía, y hay algunos ministros con varias carteras. Para que nadie sea demasiado fuerte, tenemos ese sistema de rotación y las atribuciones del presidente son limitadas. Cada año el Parlamento elige al presidente y vicepresidente del año que viene. Pasa un año y el vicepresidente se vuelve presidente.
RP.- ¿Qué proyectos tienen? ¿Qué les gustaría fortalecer con Argentina? ¿Cómo les impacta el Mercosur?
En este momento estamos tratando de fomentar las relaciones económicas y comerciales. Es muy importante el proyecto de acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y EFTA. Se está negociando ahora, algunos capítulos ya se cerraron y estamos esperando poder concluir dentro de poco unas negociaciones más.
Para ciertos productos la importación es cara, un reloj suizo es muy caro en Argentina por razones arancelarias. Propiedad intelectual también es un tema importante, es otro de los temas que estamos tratando en las negociaciones, esto son las patentes, las denominaciones de origen geográfica, la utilización del nombre de nuestro país, hay diferentes aspectos de la propiedad intelectual que se está negociando.
RP.- ¿Le gusta el fútbol? ¿Ha ido a la cancha en Argentina? ¿Disfruta también del tenis?
Me encanta. Ya he estado en dos estadios, los más conocidos. Suiza ha progresado bastante en las últimas dos décadas, participamos siempre en los mundiales, en las Eurocopa, tenemos un equipo bastante bueno que está evolucionando, integrado por bastantes inmigrantes, futbolistas de origen en los Balcanes principalmente, que le han dado un gran empujón al fútbol suizo. Igualmente no nos podemos comparar con Argentina.
Tenemos una gran cultura del tenis también, yo estoy aquí en la gloria. Hay mucha gente que juega al tenis, los clubes que he visto aquí son los mejores y es una parte importante de mi calidad de vida. (www.REALPOLITIK.com.ar)
*La entrevista se realizó en el marco del programa Embajadores que se transmite los miércoles de 22.00 a 23.00 por REALPOLITIK TELEVISIÓN.
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