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1 de noviembre de 2019 | Nacionales

Massa a la cabeza

El Frente de Todos define iniciativas, prioridades y dinámica interna

El último domingo, en el búnker del Frente de Todos, medios amigos del gobierno coincidieron en llamar la atención sobre la ocupación del escenario casi exclusiva por el ultrakirchnerismo, que dejó afuera a figuras clave del entorno de Alberto. Apenas el presidente electo, Massa y Galmarini habían ocupado el estrado, con un aparente disgusto.

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por:
Alberto Lettieri

Dos días después, en la asunción del segundo mandato presidencial de Juan Manzur, el escenario estuvo ocupado exclusivamente por quienes no habían subido el domingo electoral, con la única repetición de las figuras de Alberto y Sergio Massa

“¡Nació el Albertismo!”, aseguraban en títulos catástrofe, y hasta hacían apuestas sobre la fecha de defunción del Frente de Todos. En vano los referentes más destacados del entorno presidencial descartaron ambas afirmaciones, y hasta el propio Sergio Massa emprendió un raid por los programas políticos para aclarar malos entendidos. “Hay una mitología sobre la convivencia”, afirmó en un programa de televisión de alto rating, y añadió: “No van a lograr que nos peleemos por pavadas porque está en juego la Argentina”.

En este sentido, lo que debe destacarse frente a las versiones malintencionadas y la falta de práctica en el funcionamiento de coaliciones políticas horizontales, es que en el Frente de Todos no existe nada parecido al pensamiento único, y que, naturalmente –y a diferencia de Cambiemos, donde la UCR tiró la toalla en seguida-, existen disputas por el reparto de porciones de poder y cargos públicos, que se intenta canalizar a través de la negociación política. 

Justamente por esta razón, mientras la prensa oficialista se esmeraba por encontrar señales de ruptura al interior del Frente de Todos, Sergio Massa se multiplicaba entre sus apariciones públicas con Alberto Fernández y reuniones clave con Cristina Fernández y Axel Kicillof, para definir estrategias y complementación parlamentaria entre ambas cámaras legislativas del Congreso Nacional –en el primer caso- y la distribución de roles y funciones en la provincia de Buenos Aires en el segundo. En ambos casos, además, la transición hasta el 10 de diciembre ocupó un lugar central en las conversaciones. 

Las dos reuniones tuvieron lugar el pasado miércoles, una antes y otra después de la visita de Alberto Fernández y el líder del Frente Renovador a una fábrica de San Martín. La primera fue con Axel, en una oficina de avenida del Libertador. Luego de la recorrida con Alberto Fernández, Sergio Massa visitó a Cristina en su domicilio del barrio de Recoleta, donde se reunieron a solas. 

Dentro de los alineamientos existentes dentro del Frente de Todos, queda claro que coexistirán dos alas. Una, compuesta por los espacios políticos propios de Alberto, los gobernadores peronistas, el Frente Renovador y la CGT, y otro articulado en torno a las figuras de Cristina y Axel, que, en líneas generales, corresponde a Unidad Ciudadana y otras fuerzas políticas menores. También resulta bastante predecible que Sergio Massa desempeñará un papel descollante en el gobierno de Alberto Fernández, y no únicamente como presidente de la Cámara de Diputados. 

En la reunión con Cristina –dejaron trascender fuentes cercanas al líder del Frente Renovador-, Massa anticipó algunos temas urgentes y proyectos de ley que Alberto Fernández considera indispensables para afrontar los tramos iniciales de su gobierno, relacionadas con la generación de empleo, la contención social y el programa Argentina Sin Hambre y el pago de la deuda.

De acuerdo con estas versiones oficiosas, se asegura que Alberto tiene interés en que varios temas fundamentales se traten y resuelvan en la primera reunión operativa del Congreso Nacional, y que serán claves para el éxito de su gobierno, entre ellas la conformación del Consejo Económico y Social, integrado por el estado, los empresarios y el sindicalismo –los tres soportes básicos del estado de bienestar clásico-, encargado de generar empleo, beneficiar para la producción y el cuidado de precios, y la convocatoria a un Consejo de Seguridad que –según se prevé- apunta a reemplazar al actual ministerio. 

A tal fin, se están llevando a cabo reuniones con legisladores electos o que continuarán en sus cargos después del 10 de diciembre, a los fines de avanzar en esas propuestas, y también en la definición de autoridades parlamentarias, jefaturas de bloques y distribución de comisiones. 

Otras iniciativas clave, como la sanción de la leyes de Góndolas y de Alquileres, se encuentran a la espera de una definición táctica entre avanzar en la presentación de los proyectos respectivos previo al 10 de diciembre para que adquieran estado parlamentario, o bien presentarlas en el momento de recambio presidencial y legislativo.  

En materia económica, tres temas monopolizan la agenda hasta el 10 de diciembre: el presupuesto, la deuda y la reforma tributaria. Para el primero de estos temas se decidió modificar drásticamente el presentado por el gobierno de Mauricio Macri en lugar de retirarlo e iniciar el tratamiento de cero, para así acelerar los tiempos parlamentarios. Sobre el tema de la deuda se sostendrá la tesis del incumplimiento del gobierno de Cambiemos con el FMI, para tratar de dilatar las negociaciones y sumar apoyos externos e internos. Sobre la reforma tributaria se encuentran trabajando activamente, y desde hace tiempo, los equipos de campaña. 

La urgencia de los desafíos impidió tomar el mínimo respiro tras la jornada electoral del domingo. El Frente de Todos avanza con su estrategia de gobierno, mientras define su dinámica y delinea estrategias, a los fines de llegar al 10 de diciembre en condiciones de poner “toda la carne al asador”. Sólo una cosa preocupa: las decisiones que tomarán la gestiones de Cambiemos en nación y provincia, y que podrían propiciar un cambio en las condiciones actuales y un deterioro aún mayor de todas las variables económicas y sociales. Tal es el caso de los aumentos autorizados horas atrás por Macri y María Eugenia Vidal sobre servicios, precios garantidos y prepagas, que han causado pésima impresión dentro de la dirigencia del Frente de Todos, al agravar considerablemente los indicadores negativos precedentes. (www.REALPOLITIK.com.ar)  


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