
Judiciales
En la última semana, Ricardo Alfonsín ha tomado un protagonismo mediático notable. El hijo del histórico patriarca de la UCR no se calla y denuncia a los cuatro vientos lo que considera que fueron –y siguen siendo- constantes claudicaciones de su partido para preservar la continuidad de la coalición Juntos por el Cambio.
Ricardo Alfonsín se muestra particularmente irritado con el posicionamiento partidario frente al golpe de estado, derivado en sangrienta dictadura, en Venezuela. No consigue conciliar las ejemplares acciones del gobierno de su padre en materia de derechos humanos y juicio y castigo a la dictadura cívico militar en la Argentina, con la complicidad actual del radicalismo con el gobierno de Mauricio Macri, que pretende enmascarar el retorno del golpismo en América Latina.
En apenas unos pocos días, el golpe de estado boliviano dio a conocer su verdadero rostro: una dictadura sangrienta, de la que resultan partícipes necesarios las FFAA de ese país, los gobiernos de Estados Unidos, Brasil y de Mauricio Macri, y algunas agencias del país del norte. Represión sin límites, expulsión de periodistas extranjeros y de médicos que realizaban tareas de apoyo humanitario, censura a la prensa, y la persecución, encarcelamiento y represión a legisladores y autoridades del gobierno constitucional de Evo Morales.
Ricardo Alfonsín definió como “un papelón” la posición adoptada por la Argentina frente a la libanización de Bolivia, y destacó: “No me gustó para nada la postura de la UCR ante el claro golpe de estado en Bolivia”.
También se refirió en duros términos a la conducción de su partido: “La UCR sigue pensando que tiene que decir lo que dice el Pro”.
Indignado, reconoció que siente que se encuentra en un partido que no es la UCR. “Quisiera saber si la UCR va a seguir defendiendo las ideas del Pro o si va a defender sus propias ideas”, disparó.
La caracterización que hace el canciller Faurie sobre el proceso boliviano provoca el ridículo de la Argentina frente a la comunidad internacional. Su negativa a reconocer la existencia de un golpe de estado porque "no asumieron las fuerzas armadas" y su definición de la situación actual del vecino país como un "impasse" han sido ampliamente por las informaciones e imágenes que llegan del vecino país. Sin embargo, el gobierno de Cambiemos mantiene firme su posición, y hasta considera reconocer al gobierno de facto, pese a la declaración de repudio formulada por ambas cámaras del Congreso argentino.
Aunque siga considerándose como un hombre de su partido, la empatía evidente y los acercamientos cada vez más estrechos del alfonsinismo con Alberto Fernández son evidentes, y nadie se esfuerza en disimularlos.
Sin embargo, ya no es sólo el alfonsinismo, sino también sectores cada vez más significativos de la UCR los que ponen en cuestión su continuidad en la alianza Juntos por el Cambio. Una continuidad que sólo sostienen las autoridades partidarias, pero que cada vez resulta más resistida por la militancia. (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?