
Municipales
Como es sabido, hace mucho tiempo que en las comisarías de la Policía Federal Argentina se acostumbra pedirle a los comerciantes de la zona diferentes productos para saciar sus necesidades cotidianas.
El objetivo de este modus operandi es, no solo abastecer a la comisaría lindante, sino también satisfacer las necesidades del personal a su cargo. Como resulta natural, estos vicios fueron asimilados por la Policía de la Ciudad, con ayuda del personal trasladado desde la Policía Federal.
En una insólita nota elevada a Carrefour Express cercano a la Comisaría Vecinal 2 A, a cargo de Rodolfo Mauricio Lizarraga, se le solicitó al supermercado la donación de ciertos recursos para organizar una reunión entre la cúpula de la policía y personal del ministerio de Seguridad. El encuentro estuvo pautado para el día de ayer (martes 28 de enero), en dicha comisaría.
No obstante, lo más llamativo del caso es que, en lugar de extender la solicitud a la administración de la policía o al mismísimo ministerio de Diego Santili, la comisaría prefirió golpear las puertas del supermercado acercando una nota por escrito. La maniobra que lleva a responder positivamente estos requerimientos es por demás obvia y tiene que ver con una cuestión de seguridad: ¿Qué sucedería si el comercio no accediera al pedido?
Este tipo de reuniones de trabajo son también conocidas como "sala de situación y revista". Es otra vieja costumbre que la Federal también trasladó a la Policía de la Ciudad. Era en ese mismo marco en el que se realizaban reuniones que no siempre estaban apuntadas a debatir sobre el trabajo cotidiano, sino que muchas veces de dedicaban a tratar temas relativos a la recaudación ilegal.
Tanto este supermercado como cualquier otro, están obligados a mantener sus impuestos al día. Eso, en teoría, debería bastar para obtener seguridad y que la policía y su personal tengan los elementos necesarios para poder desarrollar su tarea con naturalidad. (www.REALPOLITIK.com.ar).
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