López Carribero y el pueblo de los infieles

La víctima, Ángel Enrique Palacios, fue encontrada en la esquina de un almacén, debajo de una luz, con las manos en los bolsillos y un disparo en la frente con salida hacia la nuca, el tiro había sido efectuado de arriba hacia abajo. Por la modalidad y por la manera en cómo encontraron el cuerpo, había sido fusilado al estilo mafioso.

Por el homicidio fue detenido Clemente Villegas, quien recientemente había descubierto que su mujer mantenía un amorío con la víctima. Todo apuntaba a tratarse de un crimen pasional por una infidelidad.

Los informes policiales señalaban que se había procedido a la aprehensión de una persona de sexo masculino cuya identidad debía ser reservada por cuestiones judiciales y por disponerlo la fiscalía.

El abogado defensor de Villegas fue el penalista del conurbano, Hugo López Carribero, quien, tras los relatos de su cliente, no tuvo más remedio que encabezar una investigación por su cuenta, exponiendo su integridad física, a los fines de demostrar la inocencia de su cliente.

En el marco de esas investigaciones, el especialista en Derecho Penal y Criminología, descubrió los tormentos que acontecían a ese pueblo con tan sólo 200 habitantes. No sólo las infidelidades masivas eran las razones por las que Dennehy se encontró bajo la mira de todo el país, sino que también se organizaban fiestas, denominadas “fiestas negras” a las que incurrían poderosos empresarios y políticos de esa localidad. Esas fiestas contaban con la presencia de niñas menores de edad y participaban hombres y mujeres residentes del pueblo.

Dichas fiestas eran llevadas a cabo en la salita de primeros auxilios del pueblo y eran organizadas por un enfermero de apellido Arce, con quien Lorena Valbuzzi mantenía una relación frecuente y también era integrante de ese tipo de fiestas.

Valbuzzi admitió en público haber engañado a su esposo con diferentes hombres, pero éste ya tenía conocimiento de lo manifestado y de todas formas lo aceptaba por el profundo amor que se tenían y lo felices que eran estando juntos.

De esta manera, la hipótesis de que el único autor del crimen era Villegas se desvanecía, ya que, de haber asesinado por venganza, todos los hombres habitantes de Dennehy con sexualidad activa corrían peligro de muerte.

Los jueces del Tribunal Oral Criminal Nº 3 de Mercedes, luego de dos años, dijeron que los 42 hombres en estado sexual activo podían ser sospechosos y que cualquiera de ellos podría tener la intención de asesinar a Palacios por haber mantenido un amorío con su amante. Es así que absolvieron a Villegas alegando la falta de pruebas en su contra y por descartar el móvil pasional debido al descontrol sexual que se experimentaba en la localidad. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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