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9 de mayo de 2020 | Nacionales

Horas decisivas

Cuarentena sin margen: La sociedad ya no la apoya y exige abrir actividades en crisis

El aislamiento pareciera llevarse todo como un tsunami. Peluquerías, restaurantes, bares, colegios, profesionales independientes en riesgo de desaparición. Los tratamientos físicos y psicológicos interrumpidos, en el centro de la discusión.

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Horas atrás, el presidente Alberto Fernández se reunió con Santiago Cafiero para analizar protocolos que permitan la apertura de nuevas actividades económicas. Profundamente influenciado por su “gabinete de expertos”, el mandatario nacional prefiere mantener la cuarentena tal y como está o incluso volver atrás con algunas medidas, pero está advertido del cansancio y las urgencias de la sociedad. “Salir ya de la cuarentena sería llevar a la muerte a miles de argentinos, pero también conocemos el clima social y la crisis económica”, aseguró.

Peluquerías, restaurantes, bares, colegios, la cuarentena pareciera estar llevándose todo como un tsunami. Las familias con niños aseguran que el encierro les está causando un daño mayor que cualquier virus y se suspendieron tratamientos de suma importancia, como los oncológicos.

El personal médico, que durante las primeras jornadas agradeció emocionado los aplausos, ahora se une en un grito: “Dejen de aplaudir”. Ya no los conmueve el reconocimiento de los vecinos en los balcones, sino que necesitan trabajar con mejores condiciones de seguridad y cobrar un salario acorde a sus funciones. El gobierno, hasta el momento, no les propinó ninguno de los dos.

Con los consultorios externos suspendidos y las cirugías reprogramadas, la mayoría ha dejado de cobrar su sueldo o ha pasado a cobrar más de un 50 por ciento menos. Algo similar ocurre con los empleados de la enorme mayoría de las pymes del país, que ya decidió rebajar un 25 por ciento de los salarios a aquellos que no hayan trabajado durante el aislamiento.

Quedan aún muchas preguntas sin responder. ¿Qué pasará con los jubilados no bancarizados? ¿Qué ocurre con los menores en tratamiento psicológico o psiquiátrico que no pueden llevarlos adelante en forma de videollamada? ¿Qué solución habrá para aquellos que deben continuar con sus terapias físicas o psicológicas?

Algo similar ocurre con la Justicia. Esencial en cualquier sociedad, se encuentra trabajando a media máquina, o aún menos. Bajo la presión permanente de los colegios de abogados, aceptaron a regañadientes retomar el trabajo de aquellos expedientes que habían ingresado antes del comienzo del aislamiento y darle tratamiento a aquellas urgencias, especialmente relacionadas con la violencia de género, que por su propia naturaleza no pueden esperar al fin de la cuarentena. El resto se encuentra paralizado.

“No estoy de acuerdo con algunas decisiones del presidente Fernández”, aseguró Martín Lousteau en una reciente entrevista televisiva. “Apagó la economía por completo, sin tener en cuenta que había espacios que debían seguir funcionando o ubicaciones geográficas que, por la ausencia completa del coronavirus, era innecesario apagar”.

Mientras los problemas, los reclamos y los comercios cerrados se acumulan, el ministro de Economía Martín Guzmán pareciera centrado casi exclusivamente en el conflicto por el pago de la deuda externa. Si bien nadie duda de la vital importancia de evitar un default, resulta llamativa la falta de declaraciones de la principal autoridad financiera del país en medio de una de las mayores crisis de la historia. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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