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29 de junio de 2020 | Provincia

La ola amarilla

El gobernador Axel Kicillof nombró a una macrista pura en su mesa chica

Se acelera la llegada de funcionarios y trabajadores de Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta a la provincia de Buenos Aires. Muchos de ellos, incluso, viven en Capital Federal. Crece el enojo entre la militancia K.

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La ola macrista dentro de la gestión del gobernador Axel Kicillof pareciera no detenerse ante nada. La pandemia y los berrinches de la militancia kirchnerista parecieran no hacerle mella y son cada vez más los despachos bonaerenses que se tiñen con los colores de Juntos por el Cambio.

Recientemente, Nicolás Beltram, quien oficia de secretario privado de Kicillof, nombró como directora de Servicios Técnico - Administrativos de la Unidad Gobernador a Juliana Lorenzo, quien hasta hace pocas semanas trabajaba para la Sindicatura General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Con el objetivo de disimular la maniobra y darle prolijidad al papeleo, Lorenzo solicitó finalizar su contrato de locación de servicios con la Sindicatura General de Horacio Rodríguez Larreta, y su renuncia fue aceptada el 1 de junio, hace menos de un mes.

Llamativamente, Lorenzo tiene domicilio en Villa Luro, uno de los barrios más coquetos de Capital Federal. De este modo, el gobernador vuelve a mostrar predilección por los funcionarios porteños en detrimento de los bonaerenses, siguiendo la conducta de María Eugenia Vidal. Curiosamente, éste fue uno de los blancos preferidos para las críticas del kirchnerismo durante la campaña 2019.

La vinculación entre el gobernador Kicillof y los dirigentes macristas no es nueva, sino que se remonta a su propia campaña política, cuando luego de las PASO comenzó a tejer redes y acuerdos políticos con numerosos candidatos de Juntos por el Cambio, a pesar de las quejas de la militancia kirchnerista. Uno de los casos paradigmáticos de aquella movida fue el de Gonzalo Peluso, por entonces intendente de Magdalena por Juntos por el Cambio, quien luego de un acuerdo con el candidato peronista no dudó un segundo en sugerir el corte de boleta, dejando así afuera a Vidal.

Ya en el poder, Kicillof evidenció su distanciamiento de la militancia, lanzándose a una catarata de nombramientos de ex funcionarios macristas dentro de su gestión. Tal fue el caso de Roberto Omar Silva, quien había sido nombrado gerente de Recursos Humanos del INCAA por Mauricio Macri en el 2016; el del ex asesor de presidencia de la Comisión de Investigaciones Científicas de María Eugenia Vidal, Emanuel Norberto Castillo; el funcionario macrista y allegado a Clara Muzzio, Gustavo González, quien ahora desempeña tareas como director de Mantenimiento bonaerense; y María Alejandra Nogueira, pieza clave de la gestión Cambiemos, ahora directora provincial de Prensa de Kicillof, entre tantos otros ejemplos. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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