Bandersnatch: Cómo se creó la película interactiva de Black Mirror

Atrás en el tiempo quedó el experimento de Black Mirror y Netflix, que pretendió llevar una forma de consumo del libro a la pantalla. Cuando Bandersnatch se anunció, los usuarios de la plataforma no tardaron en contar los días para experimentar cómo sería la primera película interactiva para adultos (ya existían algunas producciones para niños), que mezclaría la perspicacia de la serie inglesa con la posibilidad de ser el que oriente a los protagonistas a lo largo de dos horas.

Más allá de los gustos, el producto fue furor y no tardó en convertirse en uno de los temas más discutidos en las redes gracias a la infinita cantidad de posibilidades que arrojaba la cinta a la hora de sentarse. De acuerdo a las opciones seleccionadas por el espectador, Bandersnatch podía durar apenas unos minutos o extenderse a lo largo de casi dos horas a base de puro entretenimiento en el que, literalmente, no se podía soltar el control remoto. Cada paso quedaba el protagonista obligaba casi a tomar una decisión: desde qué tipo de cereales comer hasta si firmar un contrato con una empresa o no.

Más allá de que todavía no hubo nuevos intentos por parte del servicio de streaming para repetir la fórmula de este capítulo de Black Mirror, lo interesante era pensar en cómo se había logrado llevar a cabo semejante tarea. Uno de los responsables de hacerlo fue el director de fotografía, Aaron Morton, quien ya había trabajado en dos episodios de la serie ("Metalhead" y "Playtest"), que contó cómo fue el complejo entramado que tuvieron que realizar para no perderse, respetar la continuidad y sacar el máximo jugo posible de este nuevo producto salido de la cabeza de Charlie Brooker, el padre de la serie. "Brooker es un gran escritor, la serie es única, tienen mucha fuerza. Yo entro y trato de llevar a cabo su visión retorcida de la realidad", aseguró Morton.

RP.- ¿Cómo fue el trabajo en Bandersnatch?

Fue un capítulo muy genial, una especie de elige tu propia aventura. Rodamos muchas líneas de la historia para que se pueda elegir el camino del personaje. Fue intenso.

RP.- ¿Qué tan difícil fue respetar la continuidad?

Se redujo a lo ambiciosos que nos pusimos con cada uno de los hilos de la historia. Fue bastante complejo y se hizo más difícil cuando cambiaba algo de la iluminación, del lugar, se iban sumando capas visibles. Fue todo un desafío.

RP.- ¿Tenían presente cuánto podía durar la película una vez estrenada?

Es difícil decir cuántas opciones tiene cada usuario. Hay muchos hilos que se ramifican. Son demasiadas. Además se superponen, por lo que es difícil saber.

RP.- ¿De qué manera trabajaron el guión?

Se hizo con un software especial, que mientras lo leíamos nos permitía explorar todas las avenidas posibles de la historia, ir y volver. Leyéndolo era una forma de experimentarlo de la misma forma que lo hizo la audiencia. Fue un desafío rodar todo ese volumen de material para darle una experiencia mejor al usuario.

RP.- ¿Cómo fue la experiencia en Metalhead, uno de los capítulos más recordados por ser íntegramente en blanco y negro?

David Slade -el director- lo llevó adelante. Siempre tiene unas elecciones visuales muy fuertes para sus trabajos. Fue él quien dijo que iba a ser en blanco y negro desde el comienzo. Fue una decisión muy valiente de los productores de Black Mirror rodarlo así, con monocromo, porque no había vuelta atrás. Creo que la cereza del postre la pone la protagonista.

RP.- ¿De qué manera trabajaron con los perros robots que forman parte de la historia?

La criatura no estuvo nunca, siempre fue animación. Teníamos una marioneta que tenía textura similar, pero era un tipo con un traje moviendo el robot. Cuando rodábamos por lo general era yo el que le gritaba a ella de dónde venía el robot -para que reaccionara-. (www.REALPOLITIK.com.ar)

SI TE GUSTA
LO QUE
HACEMOS

Ayudanos a seguir haciendo
periodismo con la mayor
independencia y objetividad
posible.

COLABORÁ A PARTIR DE $500

COMENTÁ / VER COMENTARIOS