Viernes 29.03.2024 | Whatsapp: (221) 5710138
8 de enero de 2021 | Nacionales

Argentina

La pandemia les quedó grande

Este jueves, Santiago Cafiero confirmó que habrá “toque sanitario” de 23.00 a 6.00 a partir del viernes. para tratar de evitar que el pico de contagios de COVID-19 continúe pronunciándose.

facebook sharing buttonCompartir
twitter sharing button Twittear
whatsapp sharing buttonCompartir
telegram sharing buttonCompartir
print sharing buttonImpresión
gmail sharing buttonCorreo electrónico

"Siempre fueron medidas coordinadas, decisiones que se toman a nivel nacional, pero con apoyo y acompañamiento de las provincias y de los municipios, sino sería imposible aplicarlas. En cuanto a jurisdicciones, siempre se trabajó de manera coordinada", explicó Cafiero.

¿Y la CABA? La CABA es un mundo aparte.

Muchas fueron las advertencias cuando, meses atrás, se anunció que se abrirían los destinos turísticos, prácticamente de manera irrestricta. También cuando se tomó la decisión política de eliminar de las pantallas los informes sobre contagios diarios. La curva de muertes no bajó nunca. ¿La de contagios? Imposible saberlo con precisión. Los testeos prácticamente se esfumaron.

Después llegó la promesa de la vacuna. ¿Para qué mantener las medidas de protección si ya estaba la solución para todos los males? “A contagiarse con alegría”, resumió un intendente, que no es precisamente opositor.

Aunque tal vez la mayoría prefiriese hacer como que la pandemia estaba superada, el baño de realidad siempre termina llegando. Y así como resulta inadmisible que los halcones de Juntos por el Cambio convocaran constantemente al contagio y hoy se opongan a la vacunación, sólo por cálculo político de que si al gobierno le va mal en el manejo de la crisis sanitaria sus acciones crecerán, tampoco se mostraba razonable el discurso triunfalista ensayado desde el oficialismo.

La pandemia le quedó grande a la dirigencia argentina. No es razonable hacer botín partidario de una catástrofe sanitaria, mucho menos cuando se eliminó el ministerio de Salud o se suspendieron las campañas de vacunación y se dejó descomponer las vacunas, como hizo el macrismo. El gobierno actual puede utilizar esos justificativos, pero el problema concreto es que el virus está activo y en ascenso, y que la cuarentena, tal como se la dispuso, sólo provocó una fabulosa crisis económica que multiplicó los efectos sobre una economía maltratada desde hace años. 5 por ciento cayeron en promedio las economías mundiales. Entre 12 y 15 por ciento la argenta. “La única verdad es la realidad”.

El triunvirato compuesto por Alberto Fernández, Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof le dio aire a la política y permitió un crecimiento de sus imágenes espectacular. El presidente creció a cerca del 80 por ciento en la positiva. ¿Para qué continuar lo que sale bien? Es la metáfora de la Argentina. También la demostración de que la sociedad está cansada de la grieta. Pero no así los que sacan partido de esa grieta. Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner retomaron su protagonismo de la mano de la caída económica y la imprevisibilidad de la pandemia. Ninguno de los dos puede ser candidato. Sin ninguno de los dos las coaliciones políticas que los incluyen puede aspirar a una victoria.

Los encuestadores anticipan una fuga importante de votos hacia otras opciones políticas, tratándose de una elección legislativa y con mediciones que indican un descrédito continuo de la dirigencia. Las dos coaliciones principales llegarán maltrechas al proceso electoral. La disputa entre halcones y palomas de JxC, sin un candidato fuerte en la provincia de Buenos Aires, augura pérdida sustantiva de bancas en la Cámara de Diputados de la Nación. Viendo débil al adversario, Cristina puso tercera y comenzó a bajar línea. Cuestionó la composición del gobierno de Alberto, modificó las políticas de Martín Guzmán e impuso a Máximo como presidente del PJ e implícito candidato del Frente de Todos para la presidencia nacional en 2023. ¿Es la hora del “vamos por todo” de 2013? Todos sabemos cómo terminó esa estrategia. ¿Tendrá un final distinto en el remake?

La vicepresidenta parece sentir que el tiempo se agota. Su situación judicial se deteriora, sin que Alberto –tal vez en su único gesto de cierta rebeldía- haga demasiado para impedirlo. Tampoco el gobierno nacional termina de definir un plan, un proyecto convocante. Sigue tomando decisiones tardías y contradictorias. Como siempre, comunica muy mal y los cortocircuitos internos son cada vez menos disimulables. Alberto teme que la coalición se venga abajo si produce algún cambio. Por eso siguen allí Ginés González García y muchos otros que parecen desaparecidos en acción. Por eso sigue allí Victoria Donda, no tanto por el daño interno que pueda causar su salida, sino por su habilidad para recalar en cualquier espacio del tablero político sin que le tiemble el pulso.

Y también están los poderes fácticos. El poder judicial que se hace una panzada cada vez que Cristina abre la boca. “El campo”, que gana fortunas inéditas, pero advierte constantemente que tiene en sus manos la llave para hacer caer al gobierno. A los bancos no hay que contarlos, porque siempre ganan sin que nadie se anime a tocarles un pelo. Y lo mismo sucede con las privatizadas, con la escandalosa venta de Edenor como telón de fondo.

El juego de la oposición real -no la de la partidocracia- consiste hoy en día en conspirar y presionar sobre un gobierno débil, que marcha sin norte. En la debilidad de la política radica su principal potencial. No precisa sacrificar a candidatos propios: le basta con desacreditar a los funcionarios ajenos.

La pandemia le quedó grande a la dirigencia política. Qué decir de la sindical, jaqueada por la crisis económica y el incremento constante de la desocupación. La mayoría de los salarios en blanco están por debajo de la canasta básica. No pueden sacar los pies del plato del Frente de Todos, pero dejarlos implica una especie de suicido anunciado.

¿Será el momento de apostar a la profundización de la grieta para imponer el proyecto de la vicepresidenta? Con un gobierno débil y una oposición colapsada, no parecería que la situación pudiera repetirse. En el PJ, tanto a nivel nacional como provincial, la resignación es la que impera. ¿Qué pasará con la ciudadanía, cuando deba ejercer su derecho soberano?. (www.REALPOLITIK.com.ar)


¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS

¡Escuchá Radio Realpolitik FM en vivo!