Larreta habló con el corazón y Macri le respondió con la política

¿El gesto? En un nuevo aniversario del golpe de estado de 1976, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, recordó cómo fue el secuestro de su padre en aquellos años de plomo.

“Me acuerdo como si fuera hoy que al día siguiente o a la tarde siguiente o posterior, vino como un montón de gente a casa que yo sentía que nos daba el pésame. Una situación… Obviamente a los doce uno entiende todo y sentí que perdí a mi papá en esa situación, donde nadie te cuenta, como que quieren preservar a los chicos, pero uno a esa edad capta”.

La dictadura cívico militar hizo estragos en el círculo más íntimo de Horacio Rodríguez Larreta. Su padre, dirigente del MID, era íntimo del padre Mugica, y su madre María Cristina Díaz Alberdi estaba casada con Emilio Alfaro, que “era parte de un grupo de actores muy perseguidos”. Su progenitor, por entonces (1977), era presidente de Racing Club, y el jefe de Gobierno interpreta que fue esa situación la que lo salvó, ya que a unos días de su desaparición jugaban Racing y River y el presidente de la academia estuvo ausente. El deporte lo salvó de correr la misma suerte de otros 30 mil compatriotas.

Este miércoles Cristina Fernández saltó la grieta para destacar la actitud del jefe de Gobierno porteño, en las antípodas de Mauricio Macri, quien ni se dio por enterado del nuevo aniversario del fatídico golpe. “Más allá de las públicas diferencias políticas y económicas que tenemos, resulta reconfortante que uno de los dos principales dirigentes de la oposición comparta sensibilidades, vivencias y mirada similares sobre la tragedia de la dictadura cívico militar”, tuiteó la vicepresidenta.

La respuesta de Cristina impactó en Mauricio Macri, quien temió quedar mal parado ante la opinión pública y, apenas cinco minutos después de la publicación de la vicepresidenta, hizo lo propio en su cuenta de Twitter, difundiendo una foto en compañía del jefe de Gobierno porteño mientras compartían una actividad con chicos de escuelas públicas porteñas en el Centro Metropolitano de Diseño (CMD).

De este modo, lo que fue un gesto sincero del jefe de Gobierno porteño terminó derivando en insumo político en las manos de Mauricio Macri, quien en su afán de acceder a un “segundo tiempo” no se detiene en sentimientos filiales ni en experiencias familiares traumáticas. Inmediatamente viene a la mente las acusaciones que formuló sobre su propio padre –Franco- con el cadáver aún caliente.

Valorables los gestos de Larreta y de Cristina Fernández, dejando de lado por un momento la confrontación política para priorizar la apuesta por la vida.

¿Mauricio? Siempre fiel a sí mismo. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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